La sección primera de la Audiencia Provincial de Palma ha condenado a 18 años y un mes y medio de prisión al hombre acusado de abusar sexualmente de un menor amenazándole con matar a su madre.
Además, una vez cumpla la condena el Tribunal le impone las medidas de libertad vigilada durante ocho años e inhabilitación especial para oficios o actividades con menores por 22 años. También deberá indemnizar a la víctima con 12.000 euros por responsabilidad civil y no podrá acercarse a menos de 500 metros a él o a su domicilio o lugar de estudios por diez años.
El hombre, un alemán de 43 años, ha sido condenado por un delito continuado de agresión sexual con superioridad con acceso carnal a un menor, un delito continuado de exhibición de material pornográfico a un menor y un delito continuado de exhibición de material pornográfico infantil más definido.
También se le acusaba no sólo de la exhibición de material pedófilo sino también de distribuirlo por Internet mediante Emule. No obstante, el Tribunal no ha podido condenarle por este delito por no haber sido plasmada la base fáctica para dicha condena por parte de la acusación en su calificación definitiva, pese a que quedó acreditado que el hombre tenía activas descargas P2P de esta clase de archivos.
Intentaba ejercer una «relación paternal» sobre el menor
El Tribunal considera probado que en 2015 el acusado abusó sexualmente de un menor, de unos 13 años de edad, con el que convivía «casi a diario». La madre tenía problemas económicos y el hombre se ofreció a cuidar de sus hijos, intentando ejercer sobre el menor «una relación paternal».
Durante este periodo, el acusado dormía en la misma cama que el niño y la mayor parte del tiempo estaban solos en la vivienda, por lo que obligaba al menor a ver vídeos de material pedófilo y pornográfico intimidándole diciendo que si se negaba a hacerlo o incluso no volvía más a la casa «le haría mucho daño a su hermana y mataría a su madre». Además, el acusado también le realizó tocamientos y otras prácticas y le obligó a hacérselos a él.
Como consecuencia, el menor ha necesitado tratamiento psicológico y ha afectado a su desarrollo social y emocional con alteración grave que precisa de largo tiempo de terapia.
El acusado negó los hechos
El acusado negó todos los hechos en el juicio y la defensa solicitaba la libre absolución. El hombre aseguraba que los demandantes tenían intención de «desacreditarle» y «hacerle daño» porque tiene antecedentes; en concreto, ya fue condenado por abusos sexuales, utilización de menores con fines pornográficos, exhibición de material pornográfico y tráfico de drogas, causa que dejó cumplida en 2011 y que fue cancelada en 2015.
Lo contradijo el testimonio de la víctima que aseguró que el acusado «insistía en mantener relaciones sexuales» amenazándole con hacer daño a su madre y su hermana, llegando a forzarle, y que en su ordenador había «mucha pornografía, sobre todo infantil».
Con todo, la juez da credibilidad a la testifical de la víctima y descarta que el menor obre inducido por terceras personas para hacer daño al denunciado. Además, constata que la investigación no comenzó por la denuncia de la víctima sino por otra persona del entorno de trabajo del acusado.
La condena también se apoya en el testimonio de la hermana pequeña de la víctima, en informes periciales y psicológicos y en los discos duros de los ordenadores donde se almacenaba el material pornográfico.