Rafael González Nuñez es vendedor de productos de la ONCE desde noviembre de 2014 y fue él quien vendió el bonocupón premiado con 35.000 euros a las cinco cifras, en la zona de la calle Torrent, número 1, de Santa Eulària des Riu, en la ITV de Santa Getrudis.
«Llevo 10 meses trabajando en la ONCE y lo único que había repartido son las cuatro ultimas cifras de un viernes, con 500 euros de premio», explicó González, que asegura que no recuerda quién le compró el cupón afortunado: «No sé quién compró el cupón, lo vendí en la ITV de Santa Gertrudis. Por allí pasa mucha gente y no me acuerdo de quién fue», dijo el vendedor, cuyo puesto habitual es en la ITV, «le vendo a quien me compre, los que están haciendo cola para pasar la revisión, a los trabajadores, a todos», indicó.
Ayer la sorpresa fue muy agradable para el vendedor de cupones, le llamaron desde la central comunicándole la buena nueva: «Me han llamado de la ONCE diciéndome que yo había repartido este premio y me han dado la enhorabuena, yo no tenía ni idea, hasta que me han llamado», comentó.
Ayer, sin embargo, Rafael hizo ronda por la zona de Puig d'en Valls porque está cubriendo a una compañera que está de vacaciones. Asegura que a él lo que le gustaría repartir son los once millones de euros con el extra del 11 del 11 de la ONCE, once millones de euros a un cupón y 11 premios de un millón de euros por cupón, «¡por pedir que no quede!», exclamó.
Lo que vendió Rafael anteayer fue el bonocupón, que permite, mediante un único acto de compra, jugar durante toda la semana el mismo número para todos los sorteos de lotería pasiva (sorteos de diario, cuponazo de viernes y cupón fin de semana de sábado y domingo).
La ONCE cuenta en Balears con 1.300 afiliados y 595 vendedores con discapacidad visual u otras discapacidades, quienes cada día, al igual que Rafael, desean que los clientes vean convertidos en realidad sus sueños e ilusiones.
Aunque se desconoce la identidad del premiado, 35.000 euros es un súper gran premio, pero seguro que el afortunado podrá tapara unos cuantos huecos o permitirse algún que otro lujo o capricho.