A las once en punto de la mañana ya no cabía un alfiler en la iglesia de es Puig de Missa de Santa Eulària. Como manda la tradición, y por ello el programa de fiestas del municipio, ese es el momento del homenaje a la patrona del pueblo con una misa solemne, en este caso oficiada por el obispo de Eivissa Vicente Juan Segura y cantada por el coro parroquial. Los representantes políticos, de prácticamente todas las instituciones de la isla, esperaban en la puerta de la iglesia su momento de entrar. Destacó la presencia del presidente del Consell, Vicent Torres, del senador Santi Marí o del diputado nacional José Vicente Marí Bosó.
Durante la ceremonia, Juan Segura dedicó sus palabras a Santa Eulària, recordó los episodios más destacados de su vida, obra y muerte y el motivo por el que es la patrona del municipio. «Ella protestó antes las normas que suponían una injusticia», dijo Vicente Juan sobre la santa en un momento de su sermón.
Fue una celebración bonita donde se dieron cita multitud de vecinos del pueblo. Al finalizar la misa comenzó la procesión.
Momento muy emotivo para los asistentes del pueblo que allí se encontraban, pues fueron numerosas las personas que acompañaron a los santos al rodear el Puig de Missa. Entre ellos gran parte de los presentes en la misa: la representación eclesiástica, política, los componentes de Es Broll con sus trajes tradicionales y vecinos del municipio que no se la quisieron perder, pese a que el día de ayer en Santa Eulària no fue de lo más apacible. Mucho viento hizo bailar las enaguas y los pañuelos tradicionales antes de tiempo e incluso alguna gota cayó durante la procesión y el baile.
Emotivo
Sin embargo, este día de la patrona es muy importante para personas como Maria Marí, vecina de Santa Eulària «de toda la vida», muy vinculada a las tradiciones del municipio, con tres hijas de 26, 24 y 22 años, todas ellas componentes de Es Broll y por tanto presentes en la misa y en el baile. «Es un día muy importante para nosotras. Nos hace mucha ilusión venir a celebrarlo, escuchar la misa, la procesión y ahora el baile», decía mientras le aguardaba una orelleta en su mano.
Aprovecha la ocasión todos los años el grupo de confirmación de la parroquia para ofrecer pasteles dulces y cocas saladas a precios muy populares durante la celebración. Momentos divertidos los que protagonizan los jóvenes ofreciendo sus ricos manjares. Y con los ingresos, financian una parte de su viajes, este año a Roma, como ellos mismos explicaron.
Igual de contento o más se mostraba el alcalde de Santa Eulària, Vicent Marí, quien destacó que las de febrero son unas fiestas mucho más sentidas y «del pueblo» que las de mayo, cuando acuden muchos más turistas al municipio. Marí recordó a los vecinos que la fiesta continuaba por la tarde, ya que desde la institución habían elaborado un programa que incluía por la tarde las olimpiadas juveniles, animación infantil, un concierto de la Escolania de Lluc y un pasacalles que tuvo que suspenderse por la lluvia, al igual que los conciertos de Projecte Mut la Bluesmàfia i es Saligardos, que el Ayuntamiento quiere programarlos en otras fechas.
Al finalizar la procesión, y como reza la tradición, comenzó a sonar la música en el Puig de Misa que anunciaba el inicio del baile pagès a cargo de la colla de Es Broll. Muchos miembros de la formación se dieron cita en este encuentro para celebrar con vecinos y autoridades el día de la patrona. Para ello lucieron sus mejores galas, las apropiadas para la ocasión desde el inicio de la misa hasta el momento del baile.