A pesar de no ser uno de los artistas más conocidos de Eivissa, el Ayuntamiento de Vila ha querido honrar la figura del creador Giorgio Pagliari, nacido en Roma en 1933 y fallecido en Eivissa en 2015 después de vivir más de medio siglo en nuestra isla. Para ello, igual que hizo con Erwin Bechtold, Jean Willi, Ron-Ero, Tauste y Tur Costa, ha cedido la antesala de la sala de plenos del edificio de Can Botino para albergar todo un año seis obras realizadas en técnica mixta sobre tela entre 1989 y 1990 por este artista, que llegó a Eivissa en 1960.
La directora del Museu d' Art Contemporani d'Eivissa (MACE), Elena Ruiz, definió a Pagliari como «una figura muy habitual en el entorno de museo y caracterizado por una timidez simpática» y a su obra como de una «sensibilidad extrema al tratar los espacios y aplicar colores blancos, ocres y grises creando un collage de escamas que se solapan y mantienen un ritmo que da la distancia entre una onda y otra». Además, puntualizó «las muchas referencias al mar y a los elementos de la naturaleza» que hay en su creación.
A la presentación de esta exposición acudieron la mujer del artista, Lilli Kosola, y la hija de ambos, Suska Pagliari, y ambas se mostraron muy emocionadas al recordar la figura del homenajeado. «Esta muestra es un reconocimiento que a él no le gustaba pedir pero que te llena cuando lo recibes», comentó Suska. Mientras, Lilli recordó que su marido «tardaba mucho en hacer un cuadro, tenía mucha paciencia, llevaba un ritmo sosegado y pausado pero constante» e, incluso, a modo de anécdota, rememoró como se conocieron: «llegué a Eivissa de vacaciones en el 69 y me invitó a un café que se alargó años y años».
EL ARTISTA
Giorgio Pagliari nació en Roma en 1933 y falleció en Eivissa en Eivissa en 2015 después de haber llegado a la isla en 1960 tras estudiar en Roma y París. Realizó su primera exposición un año después en la galería Ivan Spence y durante toda esa década se suceden sus muestras en la galería Carl van der Voort y en René Metrás de Barcelona y en Juana Mordó de Madrid. Además, participó en la exposición Siete caminos de la abstracción en el MACE y recientemente, a finales de este año, su obra se pudo ver en la exposición colectiva de Navidad que organizó la galería Espacio Micus junto a las de Ana Celada, Kees Ter Bruggen y María Catalán.
Su estilo es muy característico. Según explicaron ayer desde el propio Ayuntamiento de Eivissa en una nota de prensa «se mueve libre en los matices y la temperatura media, rebajando el color hasta quedarse solo con los ocres, los grises y los matices más suaves de la gama cálida». Igualmente, resaltaron la habilidad de Pagliari para «alterar y modificar la superficie con pestañas, solapas, adhesiones, collages y escamas superpuestas y para trabajar el espacio buscando la luz, sus juegos y sus contrastes».