La prometida del príncipe Alberto II de Mónaco, Charlene Wittstock, se ha convertido al catolicismo antes de su matrimonio religioso, que se celebrará el 2 de julio en el Principado, comunicó hoy el Palacio monegasco.
«La señorita Charlene Wittstock, que profesa la fe cristiana, ha sido admitida, por decisión libre y personal, a la comunión plena en la Iglesia Católica», señala el comunicado, el mismo día en el que se han dado a conocer detalles de la boda.
La ceremonia religiosa se celebrará al día siguiente de la civil y, aunque se llevará a cabo en el patio de honor del Palacio, el público que acceda al recinto podrá presenciarlo gracias a unas pantallas gigantes.
Sin conversión al catolicismo, la Constitución monegasca impedía que Wittstock, de confesión protestante, pudiera acceder al trono del Principado.
Hasta el anuncio de su boda, la nadadora sudafricana respetó las reglas protocolarias del pequeño Estado mediterráneo situado al sureste de Francia, que le impedían asistir a la fiesta nacional de Mónaco y a la ceremonia de la Santa Devota, patrona del Principado, al no formar oficialmente parte de la familia del soberano.
Desde entonces, sin embargo, se ha visto a la pareja -a la que separan 20 años, Alberto acaba de cumplir 53- participar en diversos eventos oficiales dentro y fuera del Principado.
La boda civil, el 1 de julio -primero de los dos días declarados festivos en el Principado- correrá a cargo del oficial del registro civil de los soberanos, Philippe Narmino, a las 17.00 hora local (15.00 GMT).
La religiosa la oficiará 24 horas más tarde el arzobispo de Mónaco, Bernard Barsi.
Después del matrimonio civil, está previsto un concierto gratuito del músico francés Jean-Michel Jarre, de unas dos horas de duración y que contendrá los habituales efectos de luz y sonido de los eventos del artista.
El diario «Nice Matin» señala hoy que el espectáculo comenzará a las 22.30 hora local (20.30 GMT) en el Puerto de Hércules, del Principado, y que habrá trenes y autobuses que circularán hasta la madrugada para que quien quiera pueda desplazarse al concierto.
Antes del concierto está prevista una recepción multitudinaria para los monegascos en el mismo lugar, pocas horas después de que los novios se hayan dado el «sí» en la ceremonia civil en la Sala del Trono del Palacio.