Nació en 1989 con motivo del vigésimo quinto aniversario de las Festes des Vermar y 24 años después no hay cena a la fresca que pueda hacerle sombra. 20.000 personas, según las estimaciones del Ajuntament de Binissalem, participaron ayer noche en el Sopar a la Fresca des Vermar. Binissalemers y binissalemeres engalanan las calles del pueblo y sacan mesas y sillas a la calle para disfrutar junto a sus invitados llegados de toda la Isla, de un buen plato de los tradicionales fideus de vermar. Tan grande es el éxito de la convocatoria que Serveis Ferroviaris de Mallorca acostumbra a habilitar servicios especiales de tren.
Aunque no es una norma escrita, el menú tradicional a base de fideus de vermar sigue siendo el plato preferido, combinado por entremeses variados, pa amb formatge, pa amb sobrassada y fruta de temporada. No pueden faltar las uvas. El vino lo pone el Ajuntament de Binissalem al precio de un euro por botella y cada botella ha de servir para seis personas. Conscientes de la gran acogida que brinda el pueblo a sus amistades durante el sopar a la fresca, el Ajuntament habilita también aparcamientos especiales pensados para los visitantes que comienzan a llegar ya a media tarde a través del Camí de Pedaç.
La amenaza de lluvia al final no se cumplió, aunque hubo quienes optaron por cenar en lugares cerrados, como en las Bodegas J. L Ferrer, que reunió a un buen número de personas dispuestas a disfrutar de este sopar tan popular como multitudinario.