La organización Human Right Foundation (HRF), con sede en Nueva York, ha denunciado públicamente a la cantante estadounidense María Carey por un concierto que ha realizado en un acto organizado por la familia del dictador angoleño, José Eduardo Dos Santos, quien gobierna el país desde 1979.
«Maríah Carey parece que no se ha conformado con el dinero de un dictador, y esta vez ha obtenido un millón de dólares más. Hace cinco años actuó para la familia del fallecido dictador de Libia, Muamar Gadafi», ha recordado la organización.
El presidente de HRF, Thor Halvorssen, ha criticado que Carey contribuya con su actuación musical a «fomentar la credibilidad de uno de los máximos responsables en violaciones de Derechos Humanos en África y de uno de los tiranos más corruptos».
El evento fue patrocinado por una compañía de telefonía móvil propiedad de Isabel Dos Santos, la séptima persona más rica de Africa según la revista Forbes, que además preside la Cruz Roja Angoleña.
«Es un triste espectáculo», ha denunciado Halvorssen, quien ha recordado que la familia Dos Santos amasa una gran fortuna «mientras que la mayoría de los angoleños viven con menos de dos dólares al día».
En 2008, cuando salió a la luz que Carey había actuado para Gadafi, la cantante pidió disculpas y dijo sentirse «avergonzada» por haber realizado el concierto. Además, indicó haber «aprendido la lección» y llamó la atención sobre «la responsabilidad» de los artistas y «la necesidad de averiguar quien contrata las actuaciones».