Las investigaciones efectuadas tras el fallecimiento del cantante Prince han revelado que en su vivienda había fármacos mal etiquetados y que en realidad contenían fentanilo, un opiáceo sintético 50 veces más poderoso que la heroína, y oxicodona, un analgésico muy potente de tipo opioide y aditivo potencialmente, según reconoció en la jornada del domingo un funcionario responsable de la investigación.
Al parecer, muchos frascos estaban etiquetados falsamente como «Watson 385» por lo que las píldoras debieran haber contenido una mezcla de acetaminofén (paracetamol) e hidrocodona. Pero según funcionarios encargados del caso varias de las píldoras habían dado positivo en fentanilo.
La finca que tenía Prince en Paisley Park, Minneápolis, ha sido registrada minuciosamente desde que se produjo el fallecimiento del cantante el pasado 21 de abril tras conocerse los resultados de la autopsia. Dichas conclusiones, que se publicaban en junio, demostraban que el cantante había muerto como consecuencia de una sobredosis accidental del fuerte opiáceo sintético.
Tras conocerse las causas reales de su fallecimiento, las investigaciones se centran en los registros en su vivienda para tratar de determinar de qué manera Prince obtenía la poderosa droga. Según las pesquisas efectuadas hasta el momento, el músico de 57 años no tenía en su vivienda ninguna receta para ninguna de las sustancias halladas falsamente etiquetadas en los 12 meses anteriores a su muerte.
Las autoridades siguen, por tanto, investigando de dónde y cómo obtuvo Prince los fármacos, ya que sólo en el camerino que tenía en Paisley Park se encontraron una docena de tabletas, aunque la mayoría estaban etiquetados en frascos de vitamina C y aspirina y metidos en bolsos, incluido uno que el cantante utilizaba asiduamente, según informaciones aparecidas en la revista Variety.