Chenoa y Miguel Sánchez Encinas se casan. Para semejante especial ocasión la pareja ha optado por la Mallorca natal de la cantante y por una antigua y afamada possessió mallorquina. Se trata de la finca Comassema, en el valle de Orient, cerca de Bunyola, al oeste de la isla, rodeada de espectaculares paisajes del corazón de la Serra de Tramuntana. Según portales especializados, el coste de las instalaciones es medio-alto, con un precio por comensal que rondaba en 2019 los 120 €, con barra libre incluida en el menú. El mínimo de invitados para hacer la contratación es de 100 y el máximo, de 400.
El enclave cuenta con siglos de historia. Las primeras referencias datan de la época de la conquista de Jaume I, en 1229. Según los documentos, el propietario por aquel entonces era Nuño Sanz. Desde entonces, ha estado vinculada a las familias Exea, Galiana, Veri, Castrovell, Aymaric y, ya en la segunda mitad del siglo XIV, a la familia Palou, que aportó a la propiedad el genitivo «de Comassema», según la publicación Propiedades rurales tradicionales dle Mediterráneo. La belleza del lugar quedó atestiguada también en el libro del archiduque Luis Salvador en su libro Las Baleares descritas por la palabra y el dibujo (1892).
La fachada obedece, por ende, a cierto aspecto de fortaleza y de casa feudal. Gran parte de la planta baja es un largo comedor, distribuido en seis salas, conectadas por un seguido de arcos de medio punto. En cada una de las estancias, a lo largo de 38 metros, se ubican mesas redondas, ataviadas con mantelería y cubertería blanca, con capacidad para 10 comensales. La finca está capacitada para albergar a hasta 250 comensales en el interior y otros 400 en el exterior.
En los pisos superiores encontramos una suite, decorada en tonos blancos, iluminación cálida y mobiliario de madera, con una cama de matrimonio vestida con dosel, también blanco, como elemento principal. La finca solo permite la celebración de un evento al día, por lo que los invitados de Chenoa y Miguel tendrán un uso exclusivo de las instalaciones.
El exterior
El exterior de la finca es, si cabe, más impresionante. Hay dispuesta una clastra, -un patio empedrado típico de las casas señoriales mallorquinas- con vistas al valle, donde se suelen oficiar bodas. En la zona ajardinada, donde se encuentra el tercer safareig en funcionamiento más grande de Mallorca, hay preparado un amplio espacio exterior, con capacidad para albergar a 400 invitados.
Ya pasada la tarde entre comida y sobremesa, la finca cuenta con una discoteca de dos plantas, con un balcón interior y jardín. En plena Serra de Tramuntana, patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, desde este rincón se puede contemplar un cielo totalmente estrellado. Sin duda, Chenoa y Miguel Sánchez Encinas se han decantado por una boda con toques rústicos, en un lugar marcado por la historia, la icónica naturaleza de Mallorca y la privacidad.