Tras su paso por La isla de las tentaciones, Paola Monzani se ha convertido en toda una influencer y aprovecha sus redes sociales para compartir con sus seguidores su día a día y sus experiencias. La mallorquina se ha sincerado con la periodista Nuria Marín, presentadora de Socialité y rostro habitual de Telecinco, y le ha confesado la dura etapa que vivió cuando trabajó como au pair. La novia de Andreu Martorell decidió darse un año para pensar tras acabar sus estudios de bachillerato y viajó a Inglaterra para aclarar sus ideas.
Antes de poner rumbo a Reino Unido, Monzani conoció al matrimonio con cinco hijos a través de una videollamada y aunque en un primer momento le parecieron muy agradables, con la convivencia y el paso de los días su opinión cambió. Según lo acordado, su trabajo se centraba en cuidar a dos niños de 5 y 8 años, pero finalmente la familia le encargó hacer casi todas las tareas del hogar. La situación más complicada que vivió fue cuando se vio obligada a cubrir una relación extramatrimonial de la madre: cuando su marido se fue un fin de semana por motivos laborales, la mujer recibió en casa a otro hombre. Tras este encuentro, el invitado incluso pidió a Paola que limpiase las copas para no dejar pruebas.
Además, aunque le prometieron que iba a aprender inglés y que había academias a buen precio, finalmente se tuvo que apuntar a la universidad para estudiar el idioma. Otro problema más, ya que su medio de transporte para asistir a las clases era en bicicleta y por carretera y en muchas ocasiones se encontraba con lluvia o viento, algo que complicaba considerablemente el trayecto. Tan mala fue la experiencia que Paola decidió regresar a Mallorca tan solo seis meses después, en lugar de un año como tenía previsto. Eso sí, el viaje le sirvió para aclararse porque una vez en la Isla se sacó el carnet de conducir y comenzó a estudiar la carrera de Derecho.
Por su parte su pareja, Andreu, sigue dedicado al mundo de la música y hace pocos meses presentó el poemario Ultimátum. Sobre su paso por el programa, el artista confesó a este periódico que ahora es más conocido, pero que es fundamental mantener los pies en la tierra: «Hay mucho avasallamiento por las redes, es muy duro. Nunca debes perder tu identidad porque esos comentarios te pueden afectar tanto que pierdes la noción de quién eres. No puedes creer lo que dicen de ti, nadie te conoce mejor que tú mismo. Es una lucha constante».