Cristiano Ronaldo ha alcanzado un hito inédito en el mundo del deporte: convertirse en el primer futbolista en superar la frontera de los 1.000 millones de dólares de patrimonio neto, según publicó la revista Forbes.
Este reconocimiento llega tras la ampliación de su contrato con el club saudí Al‑Nassr, un acuerdo que se estima supera los 400 millones de dólares (unos 342 millones de euros). Gracias a ello, el valor total de sus activos subiría hasta los 1.400 millones de dólares, es decir, unos 1.100 millones de euros.
El cálculo realizado por Forbes no se limita a sus ingresos como futbolista, sino que contempla su conjunto de inversiones, patrocinios y otras fuentes de ingreso, ajustadas según las tasas fiscales aplicables y el rendimiento de los mercados.
Entre los activos atribuidos a Ronaldo figuran inversiones en su país natal, así como participaciones en proyectos diversos. Algunos ejemplos incluyen un papel en el «Ciudad del Pádel» de Lisboa, su marca CR7, una cadena de gimnasios, una línea hotelera y un grupo mediático.
En el ámbito inmobiliario posee propiedades de lujo: una mansión en Madeira, un ático en Lisboa que batió récords de precio por metro cuadrado, y actualmente se informa que está en proceso de construir una residencia en Quinta da Marinha, en un entorno de resort de golf cerca de la capital portuguesa.
A sus 40 años, Cristiano Ronaldo ya ha manifestado que pretende retirarse en Al‑Nassr y sueña con ser dueño de varios clubes. Según el reporte de Bloomberg, como parte del nuevo contrato con el club saudí habría recibido una participación accionarial del 15 %.Esto lo pondría en un camino similar al de otros exjugadores que han transitado hacia la gestión deportiva y empresarial.
El artículo también menciona que, aunque Ronaldo y Lionel Messi han sido históricamente rivales dentro del terreno de juego, sus trayectorias económicas se han diversificado: Messi planea adquirir participación en el Inter Miami después de retirarse, lo que le permitiría mantener una rivalidad económica post‑carrera con el portugués.
El mundo del espectáculo es un auténtico disparate. Se les dan fortunas a personas que tienen que repetir cuarenta veces su trabajo (actores y actrices), y a los que encima les dan unos premios. Y a deportistas, a los que su mérito consiste en dar patadas a un trozo de cuero cosido y lleno de aire. Mientras tanto, a los investigadores, que consagran sus vidas a crear mecanismos para salvar vidas, cosechas, crear tecnología que nos ayuden, y a los que se juegan la vida por ayudar a los demás... nada. Ni fortuna ni gloria. A veces se entera uno de alguno décadas después de que muriera, y encima pobre como una rata. Moraleja: si quieres triunfar en la vida, no te dediques ni a la ciencia, ni a ayudar a los demás; dedícate al mundo del espectáculo, porque en nuestra sociedad, la apariencia lo es todo.