La princesa Leonor, heredera al trono español, celebra sus 20 años marcando un cambio de fase. Tras jurar la Constitución el 31 de octubre de 2023, asumió formalmente responsabilidades que le acercan cada vez más al rol institucional que se espera de ella.
Desde su ingreso en la formación militar —primero en la Academia General Militar de Zaragoza y luego en centros como la Naval de Marín y la del Aire en San Javier—, Leonor ha completado entrenamientos rigurosos y misiones simbólicas, una hoja de ruta poco común en las herederas europeas.
Además, la Casa Real ha marcado 2025 como el año de su transición hacia una mayor visibilidad pública. Los expertos consultados por la prensa especializada señalan que Leonor ha alcanzado «una mayor seguridad, empatía y discurso adaptado a su generación».
En su aparición más reciente —en los premios que llevan su nombre— dejó atrás la imagen de recién llegada para posicionarse como una voz relevante. Su estilo personal también ha sido protagonista, con una elección de vestuario más acorde con el de su madre, la reina Letizia Ortiz.
Aun así, la princesa afronta la necesidad de afinar su proyección pública con una mejor dicción, acortando discursos cuando sea necesario y ganando naturalidad en su papel.
Leonor se convierte en recordatorio de que la monarquía española afronta renovación y que la próxima generación —representada por una joven de 20 años— empieza a cobrar protagonismo real. En un momento en que se pide autenticidad, transparencia y cercanía, la figura de Leonor será objeto de atención en los actos oficiales, pero también en cómo conecta con la sociedad.
En definitiva, la princesa Leonor cumple 20 años, tiene atrás formación militar, y delante una nueva etapa donde se espera que dé un salto de calidad como figura pública e institucional.
Leonor, ni nadie de esta familia cómplices de la destrucción de España, merecen ser reyes de España.