«Gracias señor presidente por tu invitación y por la cálida bienvenida que la Primera Dama y usted me dieron a mí y a mi futura esposa, Georgina. Cada uno de nosotros tiene algo significativo que dar, y yo estoy listo para hacer mi parte mientras inspiramos nuevas generaciones para construir un futuro definido por la valentía, la responsabilidad y la paz duradera». Estas fueron las palabras de agradecimiento a Trump del astro luso del fútbol, Cristiano Ronaldo, primer jugador de fútbol en alcanzar una fortuna de mil millones de dólares y cinco veces ganador del Balón de Oro al mejor jugador de fútbol del año.
El agradecimiento llegó un día después de la visita del delantero del Al-Nassr a la Casa Blanca, donde participó junto a su mujer, la modelo y empresaria Georgina Rodríguez, de una cena de gala donde también estuvo presente el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammad bin Salmán. La presencia del astro luso se enmarcó dentro de la delegación que acompaña al príncipe saudí.
La sorpresa fue máxima. Al día siguiente, tras la publicación -que a la hora de la redacción de este artículo acumula veinte millones y medio de ‘me gusta'-, las redes sociales estallaron en mensajes de apoyo, aunque también de críticas: algunos usuarios calificaron a Ronaldo de «legendario» e insinuaron que tanto Trump como Cristiano son «GOATS» (del inglés, «Greatests Of All Time», en castellano: «Los más grandes de todos los tiempos»), mientras que otros usuarios se mostraron decepcionados por la visita: «Se me cayó un ídolo» o «Ahora queda patente que Messi es mejor» fueron algunos de los comentarios más repetidos.
En la foto, Ronaldo posó con el obsequio que le entregó Trump, la llave de oro de la Casa Blanca, un reconocimiento del que pocas personas personas pueden presumir y que simboliza el elevado nivel de gratitud y el reconocimiento que el mandatario estadounidense tiene hacia el astro portugués. Ronaldo es actualmente el rostro visible de la Saudi Pro League y uno de los rostros estratégicos del fondo soberano PIF (Public Investment Fund o Fondo de Inversión Pública), un fondo de inversiones ligado directamente al príncipe saudí, quien gestiona un patrimonio de 300.000 millones de euros y cuenta con participaciones en numerosas empresas de todo el mundo incluido Uber, la naviera Cranival y anteriormente Tesla, según informó el diario Expansión.
La visita del príncipe heredero saudí a la Casa Blanca no es casual: Arabia Saudí es un aliado estratégico de los Estados Unidos, ligado a un intenso control petrolífero y a numerosas inversiones en complejos turísticos de lujo que la corona saudí tiene comprometidos con la administración Trump. Este es un paso más de la Casa Blanca para afianzar sus lazos con la corona saudí a través de la imagen pública de la estrella del Al-Nassr, equipo donde juega Ronaldo, cuyo accionista mayoritario es precisamente la corona saudí.
Dios los cría y ellos se juntan...MAMARRACHOS.