EUROPA PRESS-LAOS
La selección española de fútbol sub-20 que dirige Iñaki Sáez puede
conseguir hoy (18:00 horas) una proeza que hasta ahora no había
logrado ningún otro equipo nacional: proclamarse campeones del
mundo.
Lejos queda ya aquella final de 1985 ante la todopoderosa Brasil, y en la que España no fue capaz de llevarse el título, ya que ahora una nueva camada de jóvenes futbolistas buscan su momento de gloria antes del regreso a la competición nacional.
España parte como favorita, pero deberá hacer valer su calidad y concentración frente a una selección, la japonesa, que llegó al Mundial en silencio y sin tradición, pero que a lo largo del Campeonato ha dejado ver su orden y seriedad.
Para el partido, al que asistirán el seleccionador nacional, José Antonio Camacho, y el ministro de Educación y Cultura, Mariano Rajoy, el técnico español no tendrá que lamentar baja alguna por sanción, aunque es dudosa la participación de Gabri, con fiebre, y Coira, con una contractura en el muslo derecho.