El italiano Mario Cipollini (Saeco) volvió a imponer su potente golpe de riñón en los metros finales de la quinta etapa del Tour 99 y lograr su segunda victoria consecutiva, décima en su cuenta particular en sus diferentes participaciones y que registro el abandono del español Marcelino García (ONCE DB).
Una victoria que no sorprende a nadie, aunque en esta ocasión el esprint fue más apretado, con el belga Tom Steels, ganador de dos etapas y el líder, el estonio Jan Kirsipuu, que lográ seguir con la camiseta amarilla por cuarto día.
Los 233'5 kilómetros entre Bonneval y Amiens fueron recorridos por Cipollini en 5 horas, 36 minutos y 28 segundos, lo que significa una velocidad media de 41'638 kms/hora. Tras él, Steels y el líder Kirsipuu en el mismo tiempo que el australiano Robbie McEwen y el alemán Erik Zabel, que sigue sin estrenarse, dando tiempo al pelotón principal en el que estaban Olano, Zulle, Armstrong y Julich entre otros.
La general sigue con Kirsipuu al frente seguido de Steels a 17 segundos; O´Grady a 24, Armstrong a 32 y Cipollini a 32. Olano se va a la séptima posición, a 43 segundos, y Santos González es el segundo mejor español en la general al ocupar el undécimo puesto a 53 segundos.
Los prolegómenos de la jornada, una de las más largas de la presente edición del Tour, fueron bastante tensos por la publicación en un prestigioso periódico deportivo francés que cuatro corredores habían dado en los controles médicos de prólogo tasas muy altas de corticoides. La noticia corrió como un reguero de pólvora. Comentarios para todos los gustos y tranquilidad en los involucrados, el estadounidense Lance Armstrong (Us Postal), el español Manuel Beltrán (Banesto), el colombiano Joaquín Castelblanco (Kelme) y el danés Bo Hamburger (Cantina), pues la comisión médica del Tour estaba al tanto de que estaban consumiendo ese producto por problemas musculares.
Por primera vez en lo que va de carrera, en cinco etapas, el fantasma del dopaje acaparaba el protagonismo, pero pronto desapareció y nuevamente era lo deportivo lo que centraba la atención de todos, pues la etapa comenzó a velocidad de vértigo, como si fuera una especie de continuidad de la anterior, que pasa a ser la más rápida en la historia del Tour al pedalear a 50'356 km/hora.
Fue hacia el kilómetro cinco, cuando el francés Durand y el belga Mirachal, ambos del equipo Lotto, se quedaban al frente del grupo y poco después se les unían rodadores de la categoría de los ex campeones del mundo el holandés Van Bon y el francés Brochard, además de los franceses Gouvenou y Bessy, los italianos Piccoli y Scchiari y los alemanes Hundertmarck y Voigt. Por otra parte destacar la retirada del español Marcelino García (ONCE DB) en la zona de avituallamiento, hacía el kilómetro 115, con problemas estomacales.