EFE - Italia
El piloto alemán Heinz-Harald Frentzen ha dado un inesperado paso
hacia la conquista del Campeonato del Mundo de Fórmula Uno, tras su
victoria en el Gran Premio más rápido de la historia de la Fórmula
Uno, disputado a 237'938 km/h. en Monza (Italia), gracias al
abandono del piloto finlandés Mika Hakkinen (McLaren MP4/14
Mercedes), que por una causa u otra no deja de dar oportunidades a
sus rivales en la carrera.
El piloto alemán de madre española heredó la primera posición cuando en la vuelta 30 Mika Hakkinen daba un trompo en la primera variante y tenía que abandonar la carrera. El finlandés controlaba la carrera sin excesivos problemas y tan sólo Frentzen no había quedado descolgado de la cabeza.
La imagen de Hakkinen tras su abandono fue patética, tras bajarse del coche arrojó con rabia un guante al suelo y se escondió en un sendero del Parque de Monza para llorar amargamente, por la oportunidad que había perdido para sentenciar el mundial de Fórmula Uno, ante la debacle de sus más directos rivales, el británico David Coulthard (McLaren MP4/14 Mercedes) y Eddie Irvine, ambos fuera de los puntos al rodar en esos momentos en séptima y octava posición.
El abandono de Mika Hakkinen no cambió en exceso el desarrollo de la carrera, con Frentzen seguido muy de cerca por su compatriota, el también alemán Ralf Schumacher (Williams FW21 Supertec). El finlandés Mika Salo salvaba el honor de la marca italiana Ferrari después de haber superado al brasileño Rubens Barrichello (Stewart SF03 Ford) en el repostaje en boxes, con David Coulthard e Eddie Irvine en los dos últimos puestos que daban puntos.