El TDK Manresa acabó en Badalona su serie de cuatro derrotas consecutivas y venció 75-79, dando todo un recital táctico ante un Bruguer Joventut que mostró una gran debilidad defensiva y mínimos recursos en ataque, mientras que Askia Jones tuvo un buen debut con los badaloneses aunque acusó el no estar al cien por cien físicamente.
La gran actuación de Tim Perry en la segunda parte fue, junto a la defensa presionante sobre los bases locales, la clave del triunfo del equipo de Manel Comas. Dani García, que se enfrentaba por primera vez a su equipo de siempre, cuajó una buena actuación en la primera parte con trece puntos anotados sin error alguno.
Los jugadores del equipo manresano comenzaron muy fuertes con un parcial de 1-11 (m. 4) pero la buena actuación de Crawford Palmer tanto en ataque como anulando a Tim Perry permitió a los locales dar la vuelta al marcador (23-21, m. 11). Los locales pasaron a dominar el encuentro (43-38, m. 18) gracias al acierto de Askia Jones desde la línea de 6.25 y a la poca productividad del juego interior manresano. Pero un parcial de 0-8 en los últimos dos minutos permitió irse a los visitantes con ventaja al descanso (43-46).
La segunda mitad fue de total dominio del TDK Manresa. Paco Vázquez empezó infalible desde la larga distancia y junto con un Perry intratable bajo los aros llevó a su equipo a una máxima diferencia de catorce puntos (53-67, m. 29).
La experiencia de Djordjevic para manejar el componente emocional de los encuentros, una rara habilidad en la que el serbio es todo un maestro, enterró los atisbos de sorpresa que el Breogán transportó a su vestuario después de plantar cara al Real Madrid durante veinte minutos en el pabellón Raimundo Saporta.