E.P.-OAKLAND
137 OESTE: Kidd (11), Bryant (15), Garnett (24), Duncan (24), O Neal (22) -cinco inicial-, Payton (5), Webber (6), Wallace (9), Finley (11), Robinson (-), Stockton (10) y Malone (-).
126 ESTE: Miller (5), Jones (10), Iverson (26), Carter (12), Mourning (15) -cinco inicial-, Houston (11), Robinson (10), Allen (14), Mutombo (4), Davis (4), Stackhouse (8) y Hill (7).
PARCIALES: 33-26, 31-33, 35-38 y 38-29.
ÀRBITROS: Crawford, Durham y Forte. Sin eliminados.
El combinado del Oeste impuso en la madrugada de ayer (hora española) su mayor potencia física y envergadura frente al Este (137-126) en el partido de las Estrellas del «All Star» de la NBA, que se celebró este fin de semana en Oakland (California, Estados Unidos) y en el que los pívots Shaquille O Neal y Tim Duncan compartieron la distinción de jugador más valioso (MVP).
O Neal (22 puntos, 9 rebotes y 3 tapones) y Duncan (24 puntos, 14 rebotes y 4 asistencias) se repartieron por tercera vez en la historia el galardón de MVP, tras los de Elgin Baylor y Bob Pettit en 1959 y el más reciente de John Stockton y Karl Malone, presentes también en el «All Star 2000». La talla de los pupilos de Phil Jackson, técnico del Oeste, resultó crucial en el resultado final. O Neal, Duncan y Garnett, quienes sumaron 70 puntos y 33 rebotes, forjaron una línea interior que no pudieron frenar Mourning ni Mutombo y que se mostró más efectiva que la imaginación y espectacularidad de Allen Iverson y Vince Carter. «Ha sido un honor ser elegido MVP junto a este jugador que está a mi derecha», indicó O Neal en alusión al «center» de los Spurs. «Hemos formado un histórica línea interior», añadió. «Ha sido una batalla entre la altura y la velocidad. Hoy ha ganado la altura», señaló Duncan.