El trasiego de maletas, el retraso en los vuelos de la tarde, el ir y venir de viajeros, fue la primera emoción que vivieron las que serán nuevas jugadoras del Puig d'en Valls en la temporada 2000/2001 en la que el conjunto de Santa Eulària jugará por vez primera en el Campeonato de España de Primera División femenina, o sea, la División de Plata.
Victoria Soto -pivot de 1'87 metros- fue la primera en llegar. Soto, en referencia a su elección final por Eivissa y el club PDV, afirmó en sus primeras declaraciones que «me apetecía jugar y en el Ciudad de Burgos no se presentaban para mi las cosas muy halagüeñas; bueno, me surgió esta oportunidad y decidí aprovecharla». La pivot justificó su elección en que «acabo de terminar mis estudios y es difícil compaginar un trabajo con los entrenamientos que eran necesarios ya que en Burgos se juega este año la Copa de Europa y era imposible encontrar un trabajo que me permitiese compaginarlo, cosa que aquí por el momento sí es posible». En cuanto a su visión del baloncesto femenino actual, Soto consideró que «todo depende de las ciudades, hay ciudades donde el baloncesto femenino tira muchísimo y otras en las que no tira».
Respecto a Laura Cano -base de 1'64 metros-, llegó ayer por la tarde-noche, en el vuelo de Barcelona de las ocho y cuarto. La joven fue acogida por el coordinador y segundo entrenador del PDV, Víctor Torres. Cano es, junto con Victoria Soto, el fichaje 'estelar' de este año al igual que el año pasado lo fuera Montse Magre, también base. Cano ha jugado en la Liga regular con el Universitari de Barcelona y el Ciudad de Burgos y tiene actualmente 24 años.