EFE - Barcelona
El Barcelona jugará mañana martes en Inglaterra obligado a
conseguir una victoria contra el Leeds que le mantenga vivo en la
Liga de Campeones, en una quinta jornada en la que el Deportivo
puede asegurar su clasificación para la segunda ronda.
Tres días después de derrotar al Real Madrid, desbordado por la euforia, el Barcelona se asoma al drama, porque si no derrota al Leeds puede darse por eliminado. Debería aplazar, por octavo año consecutivo, el sueño europeo. A favor tiene su estado de ánimo, el buen juego mostrado en sus tres últimos partidos y la confianza del técnico en un equipo titular. El juego barcelonista ha ganado consistencia con la entrada en el conjunto de Luis Enrique y de los olímpicos Carles Puyol y Xavi Hernández.
En contra, la presión a la que se verá sometido en Elland Road, frente a un equipo que, de no conseguir la victoria tendría que jugarse la clasificación en San Siro, en la última jornada. El Leeds suma, respecto a su penosa pasada actuación en el Camp Nou, la aportación ofensiva del australiano Mark Viduka, un jugador tan decisivo como irregular en sus actuaciones.