EFE - Madrid
Veinticinco puntos de diferencia en un primer cuarto digno de
engrosar los records de la ACB pusieron de manifiesto en el
Raimundo Saporta las miserias del recién ascendido Orense y la
capacidad destructiva que el Real Madrid esconde en sus filas.
El campeón es mucho mejor equipo esta temporada que la pasada y cada día que pasa, sobre todo desde el regreso de Aleksander Djordjevic y el estreno de Jiri Zidek y Marco Milic, se muestrá más sólido. Da la sensación de haber empezado a coger el ritmo y el equipo gallego no le duró ni diez minutos.
La abismal distancia entre el dueño del título y la descompensada tropa orensana surgió abruptamente desde la línea de triples. En esa distancia el Madrid hizo sangre: 30-5 en el primer cuarto. O sea, que el conjunto blanco logró la mayor diferencia registrada en un solo cuarto desde el cambio de reglas y, además, condenó al Ourense a quedarse con el dudoso honor de ser el conjunto que menos puntos ha anotado en ese mismo espacio.
El Pamesa Valencia logró una cómoda victoria ante el Casademont Girona (91-66), en un partido que se decidió en el tercer cuarto, en el que los valencianos lograron un parcial de 25-8 que le sirvió para lograr su séptimo triunfo en la competición y desvaneció así el ´fantasma´ de la relajación que en los últimos encuentro les había pasado factura. La victoria del conjunto valenciano se cimentó en la excelente labor, tanto defensiva como ofensiva, del pívot estadounidense Bernard Hopkins, quien terminó el partido con 25 puntos y nueve rebotes.