El despacho de José Antonio Doménech Riera, presidente del Colegio de Àrbitros, apareció en la mañana de ayer lleno de excrementos. Alguien descargó un camión cisterna con excrementos procedentes de pozos negros. La acción fue más allá, ya que también aparecieron pintadas tanto en el Colegio de Àrbitros como en la sede de la Federación Balear de Fútbol. Doménech Riera calificó la actuación de «barriobajera» y dejó entrever que los culpables son tres personas que quieren que dimita como presidente del Colegio de Àrbitros.
La presidencia del Colegio de Àrbitros está levantando una gran polémica. José Antonio Doménech Riera, presidente desde hace nueve años, ha encontrado un grupo opositor que le acusa de manejar el dinero del Colegio a su libre albedrío y que quiere un cambio. Desde entonces, este grupo está recabando información para tratar de saber dónde se destina la «aportación voluntaria» que cada árbitro aporta de su nómina. Doménech Riera llegó a presentar su dimisión pero Antonio Borrás del Barrio no la aceptó y continúa siendo el presidente del Colegio de Àrbitros.
Pero esta lucha por la presidencia llegó a extremos insospechados. Alguien introdujo la manguera de un camión cisterna por la ventana del despacho de Doménech Riera en el Colegio de Àrbitros y lo llenó de excrementos de pozos negros. Además, los autores realizaron varias pintadas en contra de Doménech Riera. Los escritos rezaban frases como «Doménech, ladrón», «Doménech, cabrón», «Vete ya» y «Borrás, soluciones». Estas afirmaciones han hecho pensar que el actor de estos hechos sea un árbitro o una persona vinculada al Colegio de Àrbitros.
Doménech Riera centró su denuncia en el grupo opositor. «No quiero dar nombres pero estoy prácticamente seguro de saber quiénes son. Uno pone el dinero y otros dos actúan», dijo el presidente del Colegio de Àrbitros en una clara referencia a Armenta Fernández, Guerrero María y Soberats Más. Domenech Riera afirmó que «esto es una actuación barriobajera». La actuación ha molestado al presidente del Colegio, que aseguró sentirse más ilusionado y anunció que «ahora sí que no me voy». La Federación Balear de Fútbol cursó denuncia a la Policía Nacional para conseguir esclarecer los hechos acontecidos la mañana de ayer en el Colegio de Àrbitros y en la propia sede del organismo federativo.