Los 23 puntos de diferencia (93-70) que logró el Barcelona frente al Joventut en el clásico del baloncesto catalán demostraron que el campeón de Copa no tiene resaca por las celebraciones de esta semana o el equipo de Badalona necesita algo más que esa simple ventaja par ganar en el Palau Blaugrana.
Probablemente fue lo primero y el parcial de 2-13 que obtuvo de inicio el conjunto badalonés fue el único precio que pagaron los barcelonistas por los festejos de Málaga.
Esa primera ventaja del Joventut, que lo basaba todo en una defensa muy agresiva y en rápidos contragolpes, provocaron que Aíto García Reneses solicitase un primer tiempo muerto en el minuto cuatro de partido.
La entrada de Francisco Elson y la posterior de Alain Digbeu variaron el ritmo de juego del Barcelona, le dieron una mayor velocidad y las fuerzas se igualaron primero y, poco después, el campeón de Copa empezó a imponer su ley.
Por otro lado el Tau sumó su sexta victoria consecutiva dentro de la Liga ACB, tras deshacerse sin brillo del Fuenlabrada, aunque dio muestras de una preocupante fragilidad en numerosas fases del choque que cuestionan seriamente su capacidad para acceder a la final de la Euroliga.