El Alavés aterrizó ayer puntualmente en el aeropuerto de Padeborn (Alemania) para dirigirse luego al hotel donde se hospedarán en Dortmund mientras empieza la cuenta atrás para la final de la Copa de la UEFA, tal vez el partido más importante en la historia del club vasco. Los jugadores y el cuerpo técnico comerán en el hotel y luego reposarán allí, tratando de evitar el contacto con los medios de comunicación, hasta el final de la tarde, cuando se dirigirán a un campo cercano al Westfalenstadion, donde realizarán un entrenamiento a las 19'00 horas española (17:00 GMT).
Hoy por la mañana el conjunto que entrena Mané tiene pensado entrenarse en ese mismo sitio y por la tarde hará un segundo entrenamiento en el mismo Westfalenstadion, que será el escenario de la final. Se estima que entre 8.000 y 11.000 seguidores del Alavés sigan al equipo a Dortmund, mientras que su rival, el FC Liverpool, será acompañado por cerca de 21.000 hinchas, según informaciones de la policía inglesa.
Por otra parte, para garantizar la seguridad, se ha desplegado un operativo policial con varios cientos de agentes aunque las autoridades no creen que vayan a presentarse incidentes puesto que entre los seguidores de los dos equipos no existe ninguna rivalidad especial que pueda calentar los ánimos.