Carlos de Torres - MURCIA
Konecny evitó la victoria de los españoles con un alarde de
potencia en los últimos metros. David Etxebarría volvió a ser
segundo, «puesto del que nadie se acuerda después», dijo el
corredor del Euskaltel, y Àngel Edo tercero en el día que el
catalán del Maia portugués tenía señalado para ganar. El pelotón
volvió a volar a una media supersónica, 48.019 kms/hora, en una
jornada de calor que no aportó nada a la clasificación general y
que sirvió de transición a días que se antojan emocionantes con
Sevilla y Casero separados por 25 segundos y la lucha abierta por
el tercer escalón del podio entre Juan Miguel Mercado
(iBanesto.com), Roberto Heras (US Postal) y David Plaza
Festina).
Las expectativas estaban concentradas en el Alto de la Cresta del Gallo, a trece kilómetros de meta, un puerto de apenas 4 kilómetros, carretera estrecha y descenso peligroso ideal para una emboscada, pero en esta ocasión no se midieron los hombres fuertes de la carrera, centrados posiblemente en las citas de Abantos y la contrarreloj de Madrid los dos últimos días de carrera. En pleno ascenso apareció «Chaba» Jiménez con dos intentos marca de la casa, pero esta vez, como en Aitana, no andaba el abulense sobrado de fuerzas y de inmediato fue reducido por un grupo donde Sevilla marcaba el ritmo para evitar ataques, sin demarraje alguno. La aparición del líder hacía pensar en algún plan para derribar a Casero, en un terreno donde el líder ha ganado varias veces como aficionado, pero había pacto de no agresión.
Mientras «los del podio» iban a lo suyo, Carlos Sastre (ONCE Eroski) salía disparado a dos kilómetros del alto a imagen y semejanza de su cuñado Jiménez. Coronó en solitario, pero en el descenso se salió de la carretera y cayó espectacularmente sin consecuencias graves. Una razón más para que su equipo no vea el día de que acabe esta Vuelta. José Luis Rubiera (US Postal) y el francés Richard Virenque (Domo) fueron los próximos en intentarlo a falta de 5 kilómetros para meta, pero en el grupo perseguidor había intereses compartidos de varios equipos, como el Euskaltel de Etxebarría y el Maia de Àngel Edo. Sin el alemán Erik Zabel en el negocio era el día de los españoles, sin embargo la ilusión se terminó con la irrupción del checo Konecny, un corredor de 27 años que fichó por el Domo «para poder correr las grandes vueltas». En la de España ya tiene su etapa.
Tauler afronta una jornada propicia
La jornada se le atragantó al de Santa Margalida, que cedió en meta
poco más de siete minutos respecto a Konecny, lo que le hizo
instalarse en la posición 62ª de la general individual. La labor
del pupilo de Vicente Belda adquirirá una especial trascendencia en
la etapa de hoy, en la que los abanicos pueden poner en peligro el
liderato del que a estas alturas es su gran jefe de filas, el
manchego Óscar Sevilla. De todas formas, Toni puede apostar por la
aventura en una jornada que, pese a ser propicia para el sprint,
puede llevar al mallorquín a la búsqueda de la aventura e intentar
una escapada que fuera buena al final de la jornada.