Àlex Santos (Efe) X BARCELONA
Parecía un partido imposible hace años, pero la nueva redefinición
de la Liga de Campeones desde hace unos años ha posibilitado, y
posibilitará, que el gran encuentro que centra la atención
futbolística en la Península pase a ser también un clásico en el
resto de Europa. El gran clásico llega en un momento óptimo de
entusiasmo en las dos entidades, no así en el bagaje deportivo,
pues el Barça sigue sin responder al estímulo que recibe de sus
aficionados y de la directiva.
El objetivo del Barça es obtener un resultado cómodo con el que viajar a Madrid el miércoles de la próxima semana, aunque por encima de todo los de Carles Rexach evitará a toda costa que su rival marque un gol. El empate se presenta como un buen resultado para los intereses del conjunto blanco, resultado que no desagrada en Barcelona, siempre y cuando sea sin goles (0-0). El tropiezo del Madrid hace dos semanas en la Liga contra Osasuna ha sido el revés más importante que ha recibido el equipo que entrena del Bosque en los últimos meses, mientras que el Barça los obstáculos en los que ha tropezado han sido numerosos.
El último de ellos lo firmó el sábado en Balaídos frente al Celta (2-1). Se presentaba como un encuentro decisivo en diversos frentes para el Barcelona, pues una victoria hubiese dado casi matemáticamente su clasificación para la siguiente Liga de Campeones (fase previa), pero el conjunto de Rexach volvió a fallar. De aquel partido, escaso botín para la entidad catalana; la victoria del Celta no sólo impidió conseguir su objetivo, sino que cayó a la quinta posición en beneficio de los gallegos, también perdió la diferencia de goles y, lo que es peor para sus intereses más inmediatos, vio cómo dos de sus jugadores más determinantes (Carles Puyol y Rivaldo) caían lesionados. El brasileño acabó cojeando en Balaídos, aunque en esta situación marcó el gol de su equipo. Descartado Rivaldo, una vez más, entrará en escena Kluivert, ausente en los dos últimos partidos por lesión. Además del holandés, su compatriota Philip Cocu también regresará, tras superar un par de días de fiebre.
La ausencia más notable en el conjunto barcelonista será la de Xavi Hernández, el director del juego del Barça que esta temporada, en la que se debía consagrar, ha alternado la suplencia con la titularidad, especialmente en los últimos encuentros, en los que Rexach se ha inventado una nueva tarea para el '4' del equipo. Para el técnico barcelonista, Cocu dispone de mejores prestaciones cuando el rival cuenta con mediapuntas ofensivos del perfil Mostovoi y Valerón entre otros. Ante el Real Madrid, Rexach no tendrá este problema, a pesar de tener a Zidane y Raúl en frente, porque Xavi será baja por sanción y Cocu deberá de hacer sus funciones, para cuyo cometido el holandés se ha mostrado obtuso en anteriores citas. Con Puyol fuera de la alineación, Reiziger se destaca en la opción defensiva de Rexach, cuyos compañeros de demarcación podrían ser Frank de Boer, Abelardo y Coco.
El Madrid vuelve a caerse por Barcelona sin uno de sus alicientes, el portugués Luis Figo, quien vio una amarilla contra el Bayern hace dos semanas, que le apartó del infierno del Camp Nou, donde el año pasado padeció unas de las iras más salvajes que nunca se había manifestado en el coliseo barcelonista contra un jugador del equipo rival. El Madrid ha encajado esta baja con alivio, pues Figo no suma para los intereses blancos en el Camp Nou, sino todo lo contrario. Sin el portugués, se abre una nueva posibilidad en el centro del campo, donde Del Bosque podría optar por una sorpresa, como el efecto Geremi, quien tan buen resultado dio en Múnich en el partido de ida de cuartos.
Máximo riesgo en el Camp Nou
Las medidas de seguridad serán algo superiores a las de un partido
de alto riesgo habitual y contarán con el despliegue de 880
efectivos de seguridad, entre los que se encontrarán unos 450
agentes de la policía, entre ellos especializados en inspección del
subsuelo, desactivación de explosivos, caballería y control con
perros. Otros 300 miembros de la seguridad privada del Barcelona,
110 individuos de los equipos de urgencias y unos 20 agentes de la
Guardia Urbana completarán los efectivos de seguridad. El hecho de
que por primera vez en un partido en el Camp Nou habrá casi 3.000
seguidores del Madrid agrupados en una zona acotada del estadio,
unos 200 de ellos pertenecientes a los «Ultras Sur», confiere mayor
peligro todavía al partido, ya que habitualmente los aficionados
del equipo blanco no acuden a los partidos en el coliseo
azulgrana.