Europa Press - BARCELONA
El defensa del FC Barcelona Carles Puyol finalmente no jugará el
partido de ida de las semifinales de la Copa de Europa, que
enfrenta a su equipo con el Real Madrid en el Camp Nou, a causa de
una elongación muscular en el adductor de su pierna izquierda, que
sufrió el pasado sábado en el partido de Liga ante el Celta. Como
se preveía, tampoco entró en la convocatoría el delantero brasileño
Rivaldo, que ya fue descartado debido a una distensión del
ligamento colateral interno de su rodilla derecha, que sufrió
tambien en el partido de Balaídos. A estas dos bajas, hay que unir
las ya conocidas de Xavi, sancionado, y las de los defensa Sergi y
Patrik Andersson y el centrocampista Gerard, también como problemas
físicos, así como la del delantero Dani García, que ya tiene el
alta médica, pero que, después de tres meses lesionado, aún está
falto de ritmo de competición.
Con estas siete bajas, la lista de convocados para el partido está formado por sólo 16 jugadores, los únicos que Rexach tiene disponibles, entre ellos, según lo previsto, a Kluivert, ausente en los dos últimos partidos por un golpe en la rodilla, Cocu, que no viajó a Vigo también por lesión, y el italiano Coco, que arrastraba una distensión en el tobillo derecho desde la víspera del partido que su selección tenía que jugar ante Uruguay y que ya le impidió jugar ese choque. Por su parte el defensa Frank de Boer aseguró que para el FC Barcelona, el partido frente al Real Madrid, «vale la temporada», y señaló que su equipo siempre sale de «favorito» cuando juega en el Camp Nou, expresando además su confianza en poder encarrilar la eliminatoria en casa con una victoria por 1-0 o 2-1 que según dijo, no le generaría «miedo» ante el partido de vuelta en el Santiago Bernabéu.
«Es nuestro partido de la temporada, aquí quizá el del siglo, es un partido que vale la temporada», admitió De Boer, en referencia a la situación del Barcelona en la Liga, y señaló después que «en el Camp Nou somos siempre favoritos. Tengo confianza en que sea como los últimos años», añadió el central holandés, que cree que todos los jugadores saldrán «al 110 por ciento, y ése 10 por ciento será decisivo». De Boer pidió «agresividad» en el juego del Barcelona, que espera pueda conseguir la victoria para encarar con mayores garantías la vuelta en Madrid, donde según dijo, no tendría «miedo a ir con un 1-0 o un 2-1 a nuestro favor», recordando además que bajo su punto de vista, el Barça hizo un buen partido en la Liga pese a salir derrotado (2-0).
El colegiado sueco Anders Frisk, que dirigirá el partido, es un colegiado de buenos recuerdos para ambos conjuntos, pero, sobre todo, para el equipo azulgrana, que ha ganado cuatro y ha empatado dos de los seis choques en los que les ha dirigido, mientras que el equipo blanco se ha impuesto en tres partidos y ha perdido uno con el sueco como árbitro. La de hoy será la tercera ocasión en la que el colegiado sueco visita Barcelona con un saldo relativamente favorable para el conjunto azulgrana. La primera fue el 5 de marzo de 1996 cuando dirigió el choque en el que el FC Barcelona empató (2-2) con el PSV y la segunda el 18 abril 2000, cuando el conjunto culé ganó por 5-1 al Chelsea en la prórroga y se clasificó para la semifinal de la Liga de Campeones en la que fue eliminado posteriormente por el Valencia. Además, ha dirigido al Barça en su triunfo por 0-2 ante el Fiorentina el 24 abril 1997 en la Recopa, en el empate (2-2) frente al PSV en la Champions el 10 de diciembre de 1997 y en la victoria por 0-3 ante el Fenerbahce SK el pasado 18 de septiembre en el segundo partido de la primera fase.