Nemesio Rodríguez YOKOHAMA
La sombra de los arbitrajes sigue siendo alargada en el Mundial de
Corea y Japón, en vísperas de los duelos que entregarán la llave de
la final de Yokohama, el escenario en el que los sueños viven o
mueren en una noche mágica.
Los partidos Alemania-Corea del Sur, hoy en Seúl y Brasil-Turquía, mañana en Saitama (Japón), decidirán los dos finalistas que lucharán por el título el domingo, día 30, en el estadio de Yokohama. Además de los pases medidos del centrocampista Michael Ballack o de las ágiles paradas de Oliver Kahn, por el lado alemán, y de las correrías de Jung-hwan Ahn y de la autoridad de Hong Myong-bo, por el coreano, el interés estará centrado en el trío arbitral. Los elegidos son el arbitro suizo Urs Meier y sus asistentes Frederic Anault (Francia) y Evzen Amler (República Checa).
La FIFA, a la vista de los escándalos de los últimos arbitrajes, sobre todo en los partidos de Corea, ha seleccionado para las semifinales a experimentados directores de juego europeos.
La pregunta es por qué no lo hizo antes cuando el propio presidente de la FIFA, Josepp Blatter, admitió que había un problema serio en este capítulo, tan serio que su vicepresidente, Angel María Villar, dimitió de la Comisión de Arbitros.
Corea contará como siempre con el apoyo ejemplar de una hinchada que nunca para de animar a sus veloces jugadores, una característica que mantiene alerta a Rudi Voeller, seleccionador de Alemania.