"Hace diez años que la selección española dio la
campanada en las Olimpiadas de Barcelona, ¿cómo era aquel
equipo?
"Nos conocíamos perfectamente. Llevábamos dos años, desde el
europeo de Barcelona 90 con un entrenador ruso, Víctor Sidoruk. El
ruso había sido contratado para esto. Comenzamos 15 personas, pero
el resto se fue quedando por el camino, fundamentalmente lesionada
porque no podían aguantar el entrenamiento de Víctor. Fue como una
selección natural. Los tres que llegamos a la olimpiada éramos los
únicos que no nos lesionamos. Incluso íbamos allí sin tener un
reserva, que era una opción que nos daba el reglamento. Era un
entrenamiento muy duro, de diez a doce horas diarias, tirando
trescientas o cuatrocientas flechas al día, con un día de descanso
a la semana, masaje, piscina,... La verdad es que fue agotador y
trabajado. Esta era la única manera para conseguir medallas y
ponerse al nivel del resto de selecciones. Una vez ahí, con un poco
de suerte y factores pequeños se decidió la balanza hacia nuestro
lado.
"Pese a todo, ¿se vivió como una sorpresa que España
accediera al oro olímpico?
"Sí, para mucha gente sí lo fue. No para el círculo cerrado del
tiro con arco, pero para el resto fue una sorpresa. Muchos no
sabían que hubiera tiro con arco en los Juegos Olímpicos.
"¿Cree que se ha aprovechado por parte de la Federación
y de las instituciones el haber tenido tres campeones olímpicos en
Barcelona '92 para promocionar el tiro con arco?
"No. Un no rotundo. No lo han aprovechado nada. También es
problemático porque es un deporte minoritario. Tiene 4.000
licencias en España, de las que 300 ó 400 arqueros en toda la
nación compiten en los diferentes torneos. Es aburrido de ver. Si
lo practicas, es bonito; pero reconozco de para verlo es aburrido.
Una competición de dos horas viendo tirar flechas sin entender
porque la diana está lejos y donde no hay unos paneles que te lo
digan o que anuncien las puntuaciones, pues hace difícil la
comprensión. Creo que se podrían plantear otras maneras y buscar
soluciones para hacerlo más atractivo.
"¿Cómo ve el trabajo del tiro con arco
pitiuso?
"La verdad es que aquí va muy bien. Eivissa tiene el 80 por ciento
de la cantera de España. Este tema lo lleva Carlos Morillo y le
hecho una mano de vez en cuando. Soy masajista deportivo y a los
chavales les doy masajes a veces; reviso el material cuando hay
algún problema; Carlos me pide que le ayude a ver la técnica de
alguno para mejorar; llevamos una colaboración entre los dos. Creo
que lo hace muy bien; este año Lara Samperio ha quedado campeona de
España absoluta y subcampeona júnior. Los chicos también están a
buen nivel. Sobre todo Raúl Riera y Carlos Cornelis que están en la
Blume con beca. Y luego los que estan aquí en categoría cadete que
irán al campeonato de España en septiembre.
"¿Cómo se consigue esto?
"Pues con el trabajo que realiza Carlos. Un seguimiento día a día
de los chicos, verlos entrenar, mejorando poco a poco y apoyándoles
en todo. Carlos es psicólogo especializado en deporte, y les ayuda
en lo psicológico. En la Federación española quieren resultados
rápidos, pero el tiro con arco no es predecible y es difícil de
planificar.
"Entonces, ¿no es tan fácil como parece
practicarlo?
"Parece fácil, pero en hombres tienes que hacer entre 19 y 20 kilos
de fuerza para abrir el arco de competición. En mujeres, un poco
menos, 15 ó 16 kilos. Si se multiplica por 144 lanzamientos se hace
la cuenta de la fuerza que hace falta en sólo una competición. Hay
que estar bien física y psicológicamente. Es complejo.