El madrileño Alberto García remató con el oro en 5.000 metros un récord histórico de la selección española de atletismo, que se va de Múnich con 15 medallas, seis por encima de la mayor cosecha anterior en unos Europeos, y la confirmación de su estatus de gran potencia continental.
Rusia dominó el cuadro de medallas con 24 gracias a las de oro que aportaron sus mujeres (seis de siete). Gran Bretaña ocupó el segundo puesto y España el tercero.
Cinco meses después de sorprender en los Europeos bajo techo de Viena con nueve medallas y el primer puesto en la tabla de metales, España ha demostrado en el estadio Olímpico de Múnich que el botín ganado junto al Danubio no era flor de un día. El equipo español, que ganó el martes pasado la primera medalla de oro en juego en los 18 campeonatos de Europa -la de 20 km. marcha- se llevó también la última individual merced a un fulgurante ataque de Alberto García a 250 metros de la meta.
Francia sacrificó a El Hassan Lahssini en beneficio de Ismail Sghyr, lo que sin embargo benefició indirectamente a García, el hombre más fuerte del grupo, que esta vez cambió de táctica. En lugar de un ataque largo, dio un cambio brusco a 250 metros de la meta que abatió a sus rivales, incapaces de presentarle batalla en la recta final.
A tres vueltas del final había cambiado el holandés Kamiel Maase y a la última vuelta llegaron seis para jugarse las tres medallas. El ucraniano Sergiy Lebid preparaba su ataque por fuera en la penúltima curva cuando García, que lo vio en la pantalla, partió hacia la meta como alma que lleva el diablo y venció en 13:38.18.