Carlos de Torres - SANTANDER
Giovanni Lombardi, del equipo Acqua e Sapone, consiguió la séptima
victoria italiana de la Vuelta al imponerse al esprint en la
decimotercera etapa disputada entre Burgos y Santander, de 189'8
kilómetros, en la que los favoritos descansaron en el pelotón, que
llegó a más de ocho minutos del vencedor. Lombardi fue el más
rápido en el grupo reducido de italianos que disputaron el esprint
y que 10 kilómetros antes habían enlazado con seis corredores que
marchaban escapados.
El amigo y colocador de Cipollini se ganó el ramo de flores con un tiempo de 4:11:21. El español Óscar Laguna (Relax) entró con el mismo tiempo. A 19 segundos un grupo con Óscar Pereiro (Phonak) y Santi Blanco (iBanesto.com) y a 8:20 minutos el pelotón con el líder Óscar Sevilla. El ganador, de 33 años y afincado en Madrid, donde vive con su novia en el centro de la ciudad, participó en la alianza italiana que montó la emboscada en el tramo final. Ahí, Pietro Caucchioli (Alessio), hizo de liebre cuando no había sido capaz de dar un solo relevo en la escapada anterior de 6 corredores.
Caucchioli se inventó el argumento de que había pactado la llegada con Lombardi y que no había trabajado en la escapada porque temía llegar con Oscar Laguna. El vencedor se limitó a «dar las gracias a su compatriota y amigo», pero aclaró que de pactos «nada de nada».
El de Pavia cogió el último tren de la Vuelta. Cipollini le reclama desde Italia y posiblemente el sábado no tome la salida rumbo a Gijón. Su jefe ha dicho que ya va siendo hora de preparar el Mundial de Zolder. La etapa volvió a disputarse a un ritmo elevado, 45'307 kilómetros por hora, pero los favoritos pudieron relajarse un poco más con una escapada de hombres sin posibilidades en la general.