La Junta Insular de fútbol convocó ayer una reunión que estuvo representada por todos los estamentos futbolísticos (clubes, árbitros y entrenadores) para tratar de solventar los actos violentos que se han producido en las campos de las Pitiüses, sobre todo, en las categorías inferiores. La reunión tuvo éxito de acogida ya que acudieron alrededor de 50 personas de todos los clubes de las Pitiüses.
La reunión resultó satisfactoria para todas las partes. La muestra de ello es que ha surgido una iniciativa donde se institucionalizará una iniciativa para fomentar la deportividad. Se trata del 'Juego Limpio', que abarcará todas las categorías, y habrá una próxima reunión el próximo 14 de enero para establecer las bases. Además, todos los estamentos pretenden volver a reunirse en dos meses para ver si ha disminuido la violencia.
La mesa presidencial estuvo formada por el presidente del Comité de Entrenadores, Tolo Darder, el delegado de árbitros, José Luis Torres Clapés, y los directivos de la Junta Insular, Vicente Torres, José Sala, Rafael Campillo y el presidente José Rosselló. Precisamente éste se dirigió a todos los estamentos para solicitar una colaboración de cara a terminar con la violencia en los terrenos de juego. Rosselló se dirigió al estamento arbitral para solicitarles que emplearán el diálogo en los partidos o sino que emplearán las tarjetas.
El delegado insular se dirigió al colectivo de entrenadores para pedirles la no incitación a la violencia tanto verbal como física ya que los técnicos son los educadores de los niños, y que se olviden de los árbitros. Además, Rosselló comentó que «he hablado con los clubes para pedirles ayuda para que a delegados y jugadores les hicieran las advertencias pertinentes para que no discutieran entre ellos ni con los árbitros.
También la Junta Insular les hizo llegar a los clubes que no están dispuestos a tolerar la violencia y que aplicarán las sanciones máximas que sean necesarias. Posteriormente, los presidentes de los clubes mostraron su acuerdo con la Junta Insular y se comprometieron a reunirse con los padres, entrenadores y jugadores para intentar que estos hechos no vuelvan a suceder sobre un campo de fútbol.