S. M. Campoy-Redacción
Un Ciudad de Burgos en crisis llega a Eivissa con muchas ausencias,
la principal de ellas su base Laura Grande sustituida por la
canadiense Teresa Kleinstein, para afrontar el partido que le
medirá mañana, a las 19,30 horas, con el sólido Puig d'en Valls de
Tito Sobrín.
La llegada de la canadiense con pasaporte alemán no ha sido talismán para el Burgos que ha sufrido dos derrotas consecutivas ante el Cadi La Seu y Perfumerías, pero hay que dar tiempo al lógico acoplamiento. Grande, internacional con la selección espáñola, fue operada ayer de su lesión en la rodilla: un pellizco en el cuerno del menisco.
Mientras que para el Ciudad de Burgos todo son complicaciones de cara al partido con el PDV, el equipo ibicenco pese a los problemas físicos de Shala Crawford atraviesa un momento dulce en el que se especula con la posibilidad de acceder a una plaza europea y a un puesto en el play off.
La cuestión económica, además de la deportiva ya que restan por jugar ocho jornadas, es el único obstáculo para una directiva acostumbrada a los retos.
El partido es tan importante para uno como para otro: las burgalesas quieren normalizar la situación deportiva y extradeportiva del equipo, mientras que el PDV alejaría a uno de sus rivales directos en la lucha por el play off.
El Puig d'en Valls, por su parte, espera poder contar con Shala Crawford para el sábado y recupera la tranquilidad con la recuperación, en progresión, del tobillo de María José Alonso. Ayer por la tarde, el equipo tenía jornada de descanso.