El Barcelona tendrá hoy (20,30 horas) ante el CSKA de Moscú, una nueva oportunidad para luchar por el preciado galardón europeo, lo hará en el Sant Jordi y ante un buen número de fieles seguidores, quienes esperan una victoria que les permita soñar con la Euroliga. El equipo de Svetislav Pesic está muy mentalizado ante el envite. Sabe que el conjunto moscovita está formado por grandes jugadores y que no se puede permitir alegrías si no quiere verse fuera de la final del domingo. Pesic ha aleccionado a los suyos.
El técnico cuida todos los detalles y espera que en la hora decisiva nadie falle. Ha comprobado como su estrella, Dejan Bodiroga, está a magnífico nivel, también el base lituano, Saras Jasikevicius, un jugador llamado a desequilibrar cualquier encuentro. Sin embargo, las buenas noticias en el Barcelona tienen nombre y apellidos, porque Juan Carlos Navarro, después de unos meses con un juego poco convincente, vuelve a estar a su mejor nivel y cuando eso ocurre, el Barcelona está en una inmejorable disposición para ganar a cualquiera.
La ansiedad por la obligatoriedad que se ha autoimpuesto el Barcelona y en Barcelona por la victoria puede ser el peor enemigo. Después de las múltiples experiencias negativas en la máxima competición continental, los azulgranas saben que los principales enemigos pueden ser ellos mismos. De todos modos, el cuadro blaugrana se ha mostrado a un gran nivel durante toda la temporada. Ha dado lo mejor de sí mismo cuando la situación lo requería y apuró sus opciones en un dramático encuentro ganado en Atenas frente a Olympiacos, en un partido que sirve a los equipos para crecer al máximo. Por otra parte, los conjuntos italianos Benetton de Treviso y Montepaschi de Siena abren hoy la Final a Cuatro que se celebrará en el Palau de Sant Jordi de Barcelona (18:00 horas), en un duelo donde los primeros parten como claro favorito.