Al igual que miles de aficionados del Real Mallorca tiñeron en la madrugada del sábado de rojo y negro, los colores del equipo, las calles céntricas de la capital balear para celebrar la conquista de la Copa del Rey, el primer título de la entidad balear en sus 87 años de historia, otros tantos «rojillos» recibieron ayer al Real Mallorca al grito de «campeones, campeones», tras la conquista en Elche de la Copa del Rey, en una de las celebraciones colectivas más importantes de las registradas en los últimos años en la capital balear.
Unos 3.000 seguidores malloquinistas se concentraron en la Terminal B del aeropuerto de Palma para esperar al avión que traía al equipo, y que finalmente aterrizó a las 19.45 horas. Las instalaciones aeroportuarias se tiñeron de rojo con las banderas desplegadas al viento, las camisetas y gorros que lucían los hinchas, que corearon consignas alusivas al título y saltaron junto a los jugadores al grito de «campeones, campeones». El capitán Miguel Angel Nadal, el técnico Gregorio Manzano y el presidente de la entidad, Mateo Alemany, encabezaron la expedición, que poco después se desplazaría hasta el centro de Palma a bordo de un autobús descapotable. En la plaza Juan Carlos, más conocida como plaza de las Tortugas, unos.10.000 aficionados tributaron un recibimiento triunfal a los jugadores. «Sí, sí, la Copa ya está aquí», «Samuel Eto o, Samuel Eto o», «El Mallorca es un sentimiento que se lleva muy adentro», fueron algunas de las consignas más coreadas por los seguidores «rojillos». La policía tuvo que cerrar al tráfico varias calles del centro para permitir la fiesta «rojilla», que continuará hoy con recepciones oficiales de las instituciones públicas.