Juan Antonio Lladós|INGLATERRA
Dos victorias de tres posibles resulta un bagaje difícil de
igualar, pero el hecho cierto es que esta temporada está comenzando
a ser habitual y eso con podio en la «tercera» en discordia, la
siempre complicada categoría de MotoGP, en donde Max Biaggi lograba
la victoria después de que los comisarios decidieran penalizar a
Valentino Rossi que había sido el ganador por delante de su
compatriota y de Sete Gibernau.
Sin embargo, en Donington Park, con ocasión de la octava carrera puntuable del años, el Gran Premio de Gran Bretaña, un joven de apenas 16 años, el valenciano Héctor Barberá (Aprilia) fue el encargado de abrir la racha triunfal, que luego continuó el madrileño Alfonso «Fonsi» González Nieto (Movistar Aprilia), al doblegar por primera vez y de tú a tú al sanmarinense Manuel Poggiali (Aprilia). Quedaba el turno de Sete Gibernau (Movistar Honda RC 211 V), pero habría sido demasiado que el barcelonés hubiese vuelto a derrotar al siempre poderoso Valentino Rossi (Honda RC 211 V), que aunque ganó fue luego penalizado.
Cronológicamente, Héctor Barberá hizo una carrera impecable, estuvo siempre en el grupo de cabeza, mandó e impuso el ritmo, aguantó el ataque de otros rivales y siempre estuvo atento y dispuesto. Era o la victoria o nada y cayó la primera.
Barberá aguantó el tipo en todo momento y en lo que se presumía una última vuelta de infarto él supo sacar el aplomo suficiente, a pesar de su juventud, para no dar ninguna opción a sus rivales.
La controversia llegó tras él. El piloto de Movistar intentó superar en la difícil horquilla de Melbourne al italiano Andrea Dovizioso, que le hizo un bonito interior, pero no pudo y al rectificar se encontró con Stefano Perugini. Ambos se tocaron y la peor parte fue para el español, que cayó y no pudo concluir. También se cayó, en la segunda vuelta, el mallorquín Jorge Lorenzo junto al italiano Sabbatini y el suizo Luthi.
Fonsi González Nieto tuvo que trabajar a destajo para lograr su primera victoria del año. Vio como su compañero en la escudería de Telefónica se marchaba con su máximo rival, Manuel Poggiali, pero intentó evitar que éstos abriesen hueco y lo consiguió.
Una elección de compuesto de goma del neumático trasero le hizo observar las debidas precauciones en las primeras vueltas, pero cuando lo estimó oportuno cambió su ritmo, se aprovechó de la lucha entre Elías y Poggiali y les dio caza cuando el primero cometía un error. A partir de ahí marcó de cerca al transalpino y acabó por superarlo para intentar controlar la situación hasta el final. La bajada de la bandera de cuadros con él en primer lugar le recompensó de las penurias pasadas en el inicio de temporada y le permitió situarse segundo en el mundial a sólo 15 puntos de Poggiali, mientras que Toni Elías, que reconoció su error al final, es tercero en la tabla de puntos igualado con Roberto Rolfo.
Quedaba una prueba por disputarse y Sete Gibernau, después de unos buenos entrenamientos, soñaba con la «machada», pero al final llegó tercero a la meta, aunque la penalización sufrida por Rossi le sirvió para ocupar la segunda plaza por detrás de Biaggi y seguido del propio Rossi que fue penalizado con diez segundos. La carrera había terminado con triunfo de Rossi, seguido de Biaggi y de Gibernau, pero la reclamación del corredor de Honda fue atendida por los jueces alterando el orden de llegada.