RUSIA | 77 |
ESPAÑA | 89 |
RUSIA (18+23+11+25):Karasev (8), Kubrakov (3), Monia (11), Kirilenko (26), Soloviev (2) -cinco inicial-, Likholitov (11), Khriapa (7), Pashutin (6) y Samoilenko (3).
ESPAÑA (31+20+17+21):Calderón (4), Navarro (20), Jiménez (2), Gasol (35), Garbajosa (3) -cinco inicial-, De la Fuente (1), Marco (13), Felipe Reyes (3), Grimau (2), Bueno (1), Herreros (4) y Alfonso Reyes (0).
Àrbitros:Gasperin (FRA) y Kolar (SLO). Excluyeron por personales a Soloviev (m.28), Felipe Reyes (m.30) y Likholitov (m.35).
Jorge Muñoa (Efe)|SODERTALJE (SUECIA)
España resolvió su verdadero debut en el Europeo, tras el trámite frente a Suecia, con una valiosa victoria sobre Rusia que, a falta de la última jornada y el choque ante Serbia y Montenegro, le abre enormes posibilidades de clasificarse para la fase final directamente, sin jugar la eliminatoria previa, en calidad de primera del grupo C.
La puesta en escena de la selección heló la sangre a los rusos. El cinco inicial de Moncho López desplegó un juego demoledor por dentro y por fuera, anuló a la estrella NBA de los ex soviéticos, Andrei Kirilenko, y sacó petróleo de la suya propia, Pau Gasol, impresionante, galáctico, un martillo pilón debajo del aro. Luego, el resto del equipo completó un choque brillante.
La defensa de España sobre el alero de los Jazz de Utah rozó la perfección. Asentada en ese excelente trabajo defensivo lanzó su juego de ataque con una claridad de ideas y una gran efectividad a la que también contribuyó decisivamente Juan Carlos Navarro, el amigo íntimo de Gasol.
Jiménez asumía mayor responsabilidad en los movimientos exteriores del jugador de San Petersburgo, mientras que Garbajosa tomaba las riendas dentro de la zona. La meridiana superioridad de España condujo el marcador a una brecha de dieciocho puntos (23-41) a los quince minutos, momento en el que España adornaba su trabajo en la retaguardia con una magnífica tarjeta de sólo cinco faltas personales.
Limitados
La selección bajó el ritmo en los minutos previos al descanso, algo lógico después de anotar 31 tantos en el primer cuarto y, sobre todo, porque enfrente tenía a Rusia, un excelente equipo que no se limita sólo a Kirilenko.
Aún así, España enfiló el túnel con una renta de diez puntos (41-51), un cómodo margen de seguridad sobre el que apoyarse para buscar la mayor diferencia posible en la continuación y ganar opciones de terminar en primera posición para entrar en la ronda final como primera de grupo.
Moncho López llevó el encuentro con absoluta maestría hasta el final y ni siquiera permitió que la cuarta personal de un inspirado José Manuel Calderón (m.25) repercutiese en el baloncesto de España.
Navarro, el otro 'MVP' del partido, liberó de presiones a la selección con dos jugadas típicas de su repertorio, llenas de descaro, siempre en los instantes más complicados, que devolvieron al marcador la máxima diferencia registrada hasta entonces (48-66).
La cuarta de Likholitov en el tercer cuarto y la casi inmediata eliminación de su sustituto, Soloviev, dejaron a Rusia en precario dentro de la pintura, forzada a jugar con un cinco de cuatro bajos acompañados por Kirilenko.
Dieciséis puntos separaban a la selección de los rusos al final del tercer corte (52-68), uno por encima de los quince con que ellos dominaron a Serbia y Montenegro y, por tanto, un aval de enorme valor para pensar en la primera posición del grupo a falta del último choque contra los propios serbios. Lo mejor de todo es que Gasol sólo jugó una parte del periodo. Rusia empezó a perder los nervios a partir del 52-71 que abrió el último tramo tras triple de Carles Marco. La frialdad de los ex soviéticos les devolvió cierta tranquilidad, pero su único objetivo a esas alturas consistía en apretar el resultado lo máximo posible porque ya tenían la mente puesta en la resolución de un grupo que, muy probablemente, catapulte a España hacia Estocolmo con el único pasaporte disponible, sin disputar la previa.