Luis Villarejo (Efe)|ELCHE
La selección española buscará apuntalar la segunda plaza del grupo
VI de clasificación para la Eurocopa y optar así a la repesca que
permitiría al equipo de Iñaki Sáez codearse con los países de su
nivel y estar finalmente en Portugal este verano. Matemáticamente a
España le valdría con el empate e incluso existe una hipótesis de
milagro que daría a la selección el pase directo si se duerme
Grecia en el último embate. Pero la lógica invita a que el destino
de España es la segunda plaza.
No está la selección para bromas ni regalos. La selección caminaba mustia. Sin embargo, el triunfo en Guimaraes ha dado oxígeno a los internacionales españoles. Sobre todo por su rotundidad (0-3). El seleccionador ha visto como los jugadores, a pesar de estar en septiembre, se han entrenado con intensidad e interés. Se juegan los futbolistas españoles crédito e imagen. Incluso hay ya en la delegación un punto de optimismo pues entiende el colectivo que jugar en noviembre la eliminatoria de repesca es la fecha ideal para la forma.
En noviembre es cuando la curva de rendimiento de los jugadores de elite que entrena Sáez se encuentra en su momento ideal. Ya advirtió el técnico vasco que el once que se midió a Portugal iba a variar poco con respecto al que jugará mañana ante Ucrania en el estadio Martínez Valero. Ayer lo confirmó Sáez: jugarán esta noche saltarán a la hierba del Martínez Valero los mismos que derrotaron a Portugal y devolvieron la moral a la selección española.