Faltan cerca de 40 días para que sea proclamado oficialmente presidente, pero el fútbol balear ya le ha dado la bienvenida. Miquel Bestard Cabot (Bunyola, 1942) no ha terminado de digerir aún su espectacular victoria en la urnas y ya se ha puesto a trabajar en busca de los primeros cambios. Tiene cuatro años por delante para devolver la confianza a sus electores, pero la situación del balompié isleño desaconseja la pérdida de tiempo y exige rapidez en los movimientos. Su programa electoral era extenso y ahora llega el momento de actuar para emprezar a traducir en hechos todas las propuestas formuladas a lo largo de una intensa campaña. Bestard asumió como compromisos principales el hecho de no optar a más de dos mandatos en la presidencia y su renuncia a cualquier tipo de remuneración económica mientras permanezca en la poltrona de Son Malferit, pero en su discurso residen otras muchas novedades y alguna que otra reivindicación histórica del fútbol insular.
La economía y el fútbol base serán dos puntos esenciales en la política de Bestard. El primero de ellos estará estrechamente ligado al control de los gastos federativos y a las nuevas fórmulas de capatación de recursos. Se pretende además facilitar la unión de todos los estamentos a través de la marca corporativa «Fútbol Balear». Las categorías inferiores, con las que el nuevo presidente trabajó durante muchos años, recibirán un trato especial de la nueva FBF y se preve la creación de una comisión destinada a mejorar las posibilidades de jóvenes, padres, técnicos y directivos.
Las categorías amateur y el fútbol sala también deberían verse ampliamente representados a partir del nuevo mandato. La FBF ha prometido su apoyo a los clubes de Regional y Tercera mediante la implicación de las instituciones. Se quiere alterar de una vez por todas el sistema de ascenso a Segunda B y se negociará la transmisión de partidos de Tercera a través de la nueva televisión autonómica. La promoción del fútbol sala y la creación de una selección balear en esta modalidad son otras de las apuestas de Bestard y su equipo.
La nómina de selecciones territoriales crecerá en breve con la creación de un combinado balear en categoría infantil. El Comité de árbitros, uno de los grandes focos de tensión de los últimos años, se regirá a través del diálogo y todo apunta a que Riera Morro continuará al frente de los colegiados. La autogestión, un stage para unificar criterios y la unificación de las tasas arbitrales serán abordadas por los nuevos rectores del fútbol de la Comunitat.