Marino Vanhognacker se alzó con el triunfo en el Home de Ferro después de una carrera que ha sido «más dura de lo esperado, sobre todo por el viento, que ha complicado las cosas a todos. De todas formas, en la carrera a pie tenía una buena ventaja y era difícil que se me escapara la victoria, aunque al final estaba muy cansado y he llegado bastante justo a la meta». El triatleta belga, que el año pasado fue decimonoveno en el Campeonato del Mundo de larga distancia que se disputó en Eivissa, tuvo más suerte este año. «Es mi sexta victoria en un triatlón de alto nivel y la verdad es que estoy muy contento, sobre todo porque en esta prueba había rivales de gran nivel y no me esperaba lograr la victoria», asegura.
El belga se ha sacado la espina en esta prueba del Campeonato del Mundo de larga distancia que se ha disputado el pasado mes en Suecia, en el que Vanhognacker acabó la prueba en la tercera posición por detrás de Jonas Calting. «El sueco me sacó unos cuatro minutos de diferencia y la verdad es que pensaba que no iba a ganarle aquí. Sin embargo, he conseguido la victoria en una temporada para soñar, en el que he logrado un bronce en el Mundial y un oro en este campeonato», dice.
«La carrera ha sido muy bonita. El circuito estaba muy bien, mejor que el año pasado, aunque ha sido muy duro. Intenté dosificar la energía, pero en los últimos 10 kilómetros me sentí muy mal. De todas formas, esta victoria justifica todo el sufrimiento y todo el esfuerzo», agrega.
A los corredores de Bélgica parece que se les da bien el Home de Ferro. El año pasado, el también belga Rutger Beke fue medalla de plata tras Eneko Llanos en el Mundial Eivissa 2003, mientras que Johan Callebaut se impuso en la categoría de veteranos de 40 a 44 años. En esta ocasión, le ha tocado a Marino Vanhognacker saborear las mieles del triunfo.