El entrenador del Barcelona, Frank Rijkaard, se mostró temeroso con que el juego que practica su equipo derive en un estado de euforia que no pueda controlar y por ello dijo que lo que más le satisfizo anoche contra el Deportivo fue que la victoria fuese sólo por la mínima (2-1). Rijkaard dejó entrever que una diferencia mayor contra la entidad gallega habría dado una imagen del equipo barcelonista que él no desea que se potencie por ahora, y por ello subrayó su convencimiento de que la diferencia ayudará más al equipo «para que nos mantenga con los pies en el suelo y nos obligue a seguir trabajando».
«Lo importante es ganar y crear ocasiones. Ya llegará el momento en que se conseguirán más goles», dijo Rijkaard, quien vive mucho más liberado tras unas semanas en las que las bajas por lesión se le atragantaron. No obstante, el entrenador barcelonista expresó su alegría por la racha de buenos resultados que han situado al Barça en el liderato, tras una arranque contundente con ocho triunfos y dos empates en los primeros diez partidos de Liga. «Estoy muy contento por cómo van las cosas», señaló.
El entrenador barcelonista se acercó ayer al Camp Nou, donde sólo se han entrenado tres de sus jugadores (Puyol, Iniesta y Sylvinho), ya que ha concedido descanso a la plantilla hasta el miércoles, después de casi un mes seguido sin un día de descanso.
«Los jugadores llevaban casi un mes sin disponer de un día de fiesta debido a los compromisos entre semana. Es un descanso merecido», señaló el entrenador barcelonista.
La enfermería
El único quebradero de cabeza para el entrenador barcelonista
vuelven a ser las lesiones, la última de ellas la que dejará en el
dique seco al brasileño Juliano Belletti las próximas dos
semanas.
Rijkaard aún confía en contar con Belletti para el partido contra el Madrid, pero en caso de que no pueda ser así, tiene claro que su sustituto será el joven Damiá Abella, quien ya jugó en la demarcación de lateral derecho contra el Athletic.
«Damiá es una opción. El otro día hizo un buen trabajo y puede ser el que juegue. Puede ser el momento para que salga porque tiene cualidades para jugar con nosotros», argumentó el entrenador barcelonista. Rijkaard, cuestionado la temporada pasada hasta el punto de que su continuidad estuvo colgada de un hilo, es ahora un técnico exitoso entre el barcelonismo, que no duda también en señalarle como parte sustantiva de la mejora del juego y del liderazgo en la Liga y la Champions.
Además, una de las primeras consecuencias de este momento de alza del Barcelona de la mano de Rikjaard es que ha igualado un viejo récord de partidos invicto, como el que estableció Bobby Robson cuando dirigió al conjunto catalán en la temporada 1996-97, en la que el Barça logró una Copa del Rey, la Supercopa de España y la Recopa de Europa.
Con Robson, el Barcelona tuvo un inicio idéntico al actual Barça en los primeros diez partidos de Liga: 8 victorias y 2 empates. Una fita.