Real Madrid | 0 |
Sevilla | 1 |
REAL MADRID: Iker Casillas (**), Michel Salgado (*), Helguera (*), Samuel (*), Raúl Bravo (*), Figo (*), Beckham (*), Guti (*), Zidane (*), Raúl (*) y Owen (*).
Cambios: Ronaldo (*) por Beckham y Solari (*) por Owen.
SEVILLA: Esteban (**), Sergio Ramos (**), Javi Navarro (**), Pablo (**), David (**), Alves (**), Renato (***), Martí (**), Jesuli (**), Baptista (***) y Carlitos (**).
Cambios: Casquero (*) por Renato, Jordi (-) por Jesuli y Navas (*) por Carlitos.
Àrbitro: Pérez Lasa (Colegio Vasco). Mostró cartulinas amarillas a Samuel, Michel Salgado y Figo por el Real Madrid, y a Baptista por el Sevilla.
Gol:
0-1, minuto 19, Baptista.
Roberto Morales|MADRID
El Real Madrid se despidió del 2004 con una justa derrota ante el Sevilla (0-1), que cierra un año para olvidar sin la consecución de ningún título y mostrando todas sus carencias ante el nuevo director de fútbol, Arrigo Sacchi, que comprobó desde el palco presidencial que tiene mucho trabajo por hacer. Venía el Real Madrid de engancharse a la Liga con un triunfo en Santander. Le llevó a dominar de inicio y a caer en la trampa de Caparrós y de un Sevilla que tejía su tela de araña en su terreno y picaba de forma letal al contragolpe.
Con un planteamiento impecable del técnico sevillista, basado en el orden, entregó el balón al rival y comenzó la presión ahogando a Guti, el pilar que sostenta al equipo blanco, dando un recital por la banda derecha con Sergio Ramos y Daniel Alves, y con la velocidad ofensiva de Baptista y Carlitos, que trajeron de cabeza a la insegura zaga madridista.
Con Ronaldo con una suplencia que sonaba a castigo y levanta más suspense sobre su ausencia en El Sardinero, dos llegadas de Owen y un disparo de Raúl, daban paso al inicio de una fase de incapacidad en la que el Real Madrid mostró sus defectos. No jugó andando, como otros días, pero sin el acierto rematador en su juego a ráfagas y concediendo las ya clásicas oportunidades claras a su rival, la calidad de Baptista comenzó a decidir.
No es el Sevilla el rival más adecuado para concederle regalos navideños. Otros perdonan, Baptista no lo hizo. Venía de recibir una de esas entradas a destiempo de Samuel minutos antes, y aprovechó un desajuste de la zaga para vencer en velocidad al argentino en el minuto 19, y cruzar con una pasmosa tranquilidad ante la salida de Casillas. El partido se ponía donde buscaba Caparrós.
Era el justo premio a un Sevilla que jugaba a sus anchas y desquiciaba al público, que comenzó pagándola con Raúl Bravo y acabó con García Remón. El Bernabéu esperaba una remontada heroica y acabó desquiciado con un equipo que no disparó entre los tres palos en la segunda mitad. Lejos del empate, la derrota pudo ser aún peor, de haber sido más efectivo el Sevilla de cara a gol.