Tommy Robredo y Feliciano López aseguraron su pase a la tercera ronda del Abierto de Australia, pero las ilusiones de Guillermo García López se hicieron añicos después de su gran victoria sobre Carlos Moyá en su primer partido.
Robredo conectó 16 saques directos y se deshizo del checo Tomas Zib, por 6-4, 2-6, 6-2 y 6-4, a pesar de que el hombro derecho continúa dándole problemas. Pero el buen juego que practica después de terminar la temporada pasada en el puesto 13 del mundo, y la raza que pone en cada encuentro fueron suficiente para acabar con Zib y alcanzar la tercera ronda en Melbourne después de cinco intentos.
El jugador de Hostalrich se medirá ahora contra el joven chipriota de 19 años Marcos Baghdatis, campeón del mundo júnior en el 2003, que ha superado la fase previa y que ayer se deshizo del croata Ivan Ljubicic, 22 favorito, por 7-6 (1), 6-4, 6-7 (2) y 6-2.
Para Robredo la victoria ante Zib le ha supuesto su mejor resultado en este Abierto. Una gran motivación, ya que el tenista español cayó en primera ronda en 2001, 2003 y 2004, y en la segunda en el 2002. Melbourne era hasta ayer la única plaza del Grand Slam en la que Tommy no sabía lo que era la tercera ronda.
Ahí le acompañará Feliciano López que repite un año más. El toledano logró 17 saques directos, uno de ellos a 223 kilómetros por hora, ante el armenio Sargis Sargsian y le derrotó por 4-6, 6-3, 6-4 y 7-6 (3).
Para el toledano todo parece más fácil sobre el «rebound ace» australiano. «Feli» goza de un gran arranque de temporada que le ha llevado a los cuartos de final de Doha y Sydney, y juega en esta superficie con facilidad. El veterano Sargsian, verdugo de David Sánchez, y que actuaba en su 33 Grand Slam, se lo puso difícil pero la mentalidad ganadora del zurdo toledano terminó imponiéndose. Ahora Feliciano se enfrentará al sueco Joachim Johansson, que derrotó al holandés Peter Wessels.
Toda la gloria obtenida el primer día al eliminar a Carlos Moyá se esfumó para Guillermo García López, que ayer sucumbió en la pista siete ante el estadounidense Kevin Kim en tan solo una hora y 40 minutos, víctima de sus 42 errores no forzados y del cansancio acumulado. El resultado, 6-2, 6-4 y 6-2.
El albaceteño, que había salido de la fase previa, se va de Melbourne no obstante instalado, por primera vez, entre los cien mejores del mundo. De haber ganado ayer a Kim, en el primer partido entre ambos, se hubiera colocado entre los 80 mejores.
La jornada española se cerró con una noticia alarmante, pues la mala suerte se cebó de nuevo con Juan Carlos Ferrero, que se hizo daño en el tobillo derecho durante el partido de dobles junto con Santiago Ventura, y es duda para el encuentro de hoy de la segunda ronda individual contra el argentino Mariano Zabaleta.
Antonio Martínez Cascales, entrenador del valenciano, señaló poco después que aunque Juan Carlos Ferrero tenía dolor en la zona afectada, «no es tan grave como parecía en un principio».