Felipe Vivancos se mostró esperanzado ante la proximidad del nacional absoluto. El ibicenco calificó las marcas de las últimas pruebas como el resultado de un «bajón». «He estado de bajón con tanto viaje y tanta competición. Creo que el problema fue que cuando empecé no tenía a penas pruebas y luego en julio en dos semanas se me juntaron demasiadas a la vez. De todas formas, estoy mejor porque llevo unos días descansando y entrenando suave, por lo que espero ganar en Málaga con una marca mejor», aclaró.
Con ehandicup de los nacionales, es decir, la falta de rivalidad y el desconocimiento de la pista Vivancos seguía optimista. «Es verdad que, en principio, no hay rivales pero un Campeonato de España siempre me motiva. Sin conocer la pista, no puedo asegurar, pero creo que puedo alrededor de 13''60 », concluyó.
José A. López Serra es la promesa, de la que se espera siga los pasos de Vivancos. Tras un año de lesiones, se recuperó al final de la temporada pasada y este año ha empezado con ganas. Sus opciones son clasificarse para la final y tratar de mejorar su marca. Las sensaciones de López Serra son buenas: «Me encuentro bastante bien. Estoy entrenando bien y creo que estoy mejor de lo que estaba cuando fui al nacional promesa», aclaró López Serra, que fue campeón de España en ese nacional.
Su mejor baza en la final es acercase a su mejor registro. «Tengo una mejor marca de 14''19 y llevo toda la temporada alrededor de 14''24. Parece que estoy un poco atascado, tal y como le pasó en su día a Felipe con los 14''00 y los 13''70. Creo que debo estar en la final y si la pista es buena podría bajar mi marca».
Por su parte, Mario Avellaneda se mostró menos competitivo en sus declaraciones de lo que luego suele ser en la carretera. Avellaneda acude a Málaga como último escalón de su temporada y a una prueba en la que no es especialista. «La verdad es que no lo he preparado excesivamente. Mi intención es disfrutar de una competición bonita y competir con la idea de coger vacaciones, merecidas por supuesto», aclaró el marchador del Pitiús.
Avellaneda ha sufrido diversos reveses en su carrera estos dos últimos años, tras los problemas por su exclusión del equipo que confeccionó Marín para Atenas 2004. Sin embargo, el marchador afronta sus últimos años como atleta con cierta esperanza y una de sus ilusiones sería correr en un nacional de marcha en Santa Eulària.