Hoy, tras la bomba que dejó caer Mariano Riera el jueves por la noche sobre su dimisión y la de toda la junta directiva del Eivissa, ha sido el turno de las reacciones. En principio, parece no haber peligro de que la entidad desaparezca. Eso es, por lo menos, lo que prometió ayer Xico Tarrés en declaraciones a la Cadena Ser. «Como alcalde puedo asegurar que el Ayuntamiento no consentirá bajo ningún concepto la desaparición esta temporada del Eivissa», señaló.
Mariano Riera, que ayer pasó por el entrenamiento del Eivissa para despedirse de los jugadores, a pesar de que seguirá en el cargo hasta el lunes, sigue insistiendo que la causa de su marcha son las críticas recibidas en los últimos tiempos y, sobre todo, las declaraciones realizadas este miércoles por Pepe Portolés. Precisamente, el que será el nuevo responsable del proyecto municipal de fútbol base cree que «no me esperaban que mis palabras levantasen tanto revuelo. La verdad es que si mi gotita de agua ha hecho desbordar el vaso, sólo significa que el vaso estaba lleno deproblemas. Simplemente, al igual que afirmó el alcalde, creo que el presidente ha usado mis declaciones como excusa. El miércoles se reunió conmigo y delante de otras tres personas dijo que pensaba dimitir, y eso antes de leer lo que salió publicado al día siguiente y que, según afirma, motivó su marcha».
El principal problema ahora es saber qué pasará a partir del lunes. En principio, la directiva saliente no ha dicho si se formará una junta gestora para convocar elecciones y permitir al club seguir funcionando con una cierta normalidad. «No es nuestro problema. Ahora es el momento en el que el Ayuntamiento tiene que demostrar que realmente apoya al Eivissa y hacerse cargo del club». El alcalde podría recoger el guante lanzado por Mariano Riera, aunque asegura que «me parecería por lo menos reprochable que la actual directiva se marchase sin dejar al menos una junta gestora para convocar las elecciones».