La presentación de Juan Ramón López Caro como entrenador del Real Madrid en el estadio Santiago Bernabéu, en el partido que su equipo jugará ante el colíder Osasuna, es uno de los principales atractivos de la decimosexta jornada de Liga en Primera División. El enfrentamiento Real Madrid-Osasuna, tercero contra segundo en la clasificación, es una gran ocasión para perfilar el grupo cabecero de la tabla, en el que el Barcelona puede ser el gran beneficiado. «Queremos un empate», dijo días atrás el mexicano Rafael Márquez, jugador del Barcelona. Una jugada que sería redonda para los blaugranas, siempre y cuando solventaran positivamente su visita al Ramón de Carranza gaditano.
Con un empate entre Real Madrid y Osasuna, y una victoria del Barcelona, los de Frank Rijkaard se quedarían en solitario en el liderato y sacarían dos puntos de ventaja a los navarros y ocho puntos al Real Madrid, en lo que serían unas Navidades casi inolvidables. López Caro, por lo que ha dejado entrever en los entrenamientos durante la semana, repetirá alineación con el único cambio de Beckham por Zidane, que arrastra molestias físicas. Javier Aguirre, por contra, tendrá a todos sus jugadores a disposición.
El Villarreal, en racha, recibe a un Getafe que se va desinflando poco a poco y en el que la renovación de Bernd Schuster por las dos próximas temporadas, como entrenador de los azulones madrileños, puede tener un efecto positivo. El clásico gallego, el Celta-Deportivo, es otro de los grandes partidos de la jornada. La renovación de Joaquín Caparrós en el banquillo deportivista será otro de los datos a tener en cuenta.
Nervios, tensión y necesidad imperiosa de puntos es el común denominador de los partidos Espanyol-Zaragoza, Racing-Málaga, Mallorca-Atlético de Madrid y, sobre todo, Athletic de Bilbao-Betis, todos instalados en la parte baja de la clasificación.