Europa Press|ROMA
El manacorí Rafael Nadal revalidó su título en el Masters Series de Roma, cuarta de la categoría de la temporada, lo que le sirvió para igualar el récord de Guillermo Vilas con 53 victorias consecutivas sobre tierra batida. Nadal se abonó de nuevo a la épica y a la remontada para hacerse con el título (6-7 (0), 7-6 (5), 6-4, 2-6, 7-6 (5)). Si hace un año el español remontó ante Coria un 3-0 en el quinto set, ayer hizo lo propio ante Federer que llegó a contar con un 4-1 en el set definitivo e incluso con dos bolas de partido en el duodécimo juego de ese parcial. El suizo tenía una nueva ocasión para superar el último vestigio que se resiste a su hegemonía dentro del circuito, Rafael Nadal, el único que le había conseguido derrotar en la presente temporada, en las finales de Dubai y Montecarlo, y frente al que presentaba un balance negativo de una victoria por cuatro derrotas. Aunque el Foro itálico de Roma veía como se repetía la historia.
Finalmente Federer caía ante un Nadal que se reivindica como el mejor terrícola de la historia después de su victoria número 53 de forma consecutiva sobre la arcilla roja, lo que iguala el récord del argentino Guillermo Vilas. Nadal había ratificado durante toda la semana romana su dominio sobre tierra batida. Tan sólo había cedido un set en primera ronda ante su amigo Carlos Moyá. Después el manacorí había certificado que su tenis sobre la tierra batida no está al alcance del resto de los mortales. En la final se encontró con la más dura reválida, así lo demostró Roger Federer en el primer set. El suizo arrancó con un break en el cuarto juego que a continuación dejó sin valor Nadal, luego tuvo dos bolas de set en el décimo juego, aunque fue finalmente en el tie-break donde cerró el parcial y tomó ventaja.
Federer parecía decidido a poner fin a una racha de tres derrotas consecutivas de Rafael Nadal incluidas las dos de esta temporada que eran los dos borrones que presentaban hasta el momento su inmaculado palmarés. Arengado por su técnico, el zurdo Tony Roche, Federer parecía inmune a los golpes de Nadal, en un segundo set de claro dominio del servicio. No hubo roturas y de nuevo se llegó a la muerte súbita. Aunque en esta ocasión no se dejó sorprender Nadal que remontó un 4-1 en contra para igualar el encuentro. Fue la primera muestra de genialidad de rey de la tierra. El mejor Nadal estaba por llegar. Se vio en la tercera manga. Un break en el sexto juego le permitía encarrilar por primera vez el encuentro ante un Federer que parecía desinflarse. Se repetían imagenes de los enfrentamientos anteriores. Nadal parecía tener controlado el encuentro e inalcanzable para Fedederer. Una imagen que se acrecentó después de que Nadal dispusiese de dos bolas de break en el juego inicial del cuarto set. Aunque entonces Federer se encargó de recordar el porque es el número uno del mundo. Su reacción fue espectacular y con un tenis más agresivo forzó la quinta manga.