José Antonio Pascual|GINEBRA
España se presenta en el Mundial de Alemania 2006 con una sufrida victoria sobre Croacia (2-1) gracias a una remontada firmada por el el hispano-argentino Mariano Pernía el día de su debut y rubricada por Fernando Torres en el descuento tras haber fallado un penalti. Este marcador permite al cuadro español viajar a Kamen sin conocer la derrota en la era de Luis Aragonés, aunque este hecho y este triunfo no impide que sigan abiertas muchas dudas y que el gol sea la asignatura pendiente.
Hasta el momento de la diana del nacionalizado español, que reemplazó en la lista a Asier del Horno, el cuadro de Luis Aragonés había demostrado una sequía más que preocupante, casi agonizante y un juego anodino.
Luis Aragonés ratificó lo esbozado en el entrenamiento de la víspera. Apostó por un 4-4-2 en su versión más «jugona», con Xabi Alonso y Xavi como conductores y Joaquín y Reyes por las bandas, en detrimento del 4-3-3 y del «músculo» de Albelda, Senna y Cesc, la que tiene más opciones de actuar contra Ucrania.
El extremo bético, el más activo y con capacidad de desequilibrio, tuvo a los 51 segundos la ocasión para, quizá, haber dado otro tinte al encuentro. En cambio, no precisó su remate de cabeza a centro de Villa y se marchó ligeramente desviado.
Luego tuvo otra gran opción que empalmó fuera y la mala fortuna para España tuvo su continuación con un disparo de Villa al palo tras una acción de pillo de Raúl al sacar rápido una falta.
Esta fue la única acción en la que conectaron de verdad Raúl y Villa, quienes apenas tuvieron oportunidad de recibir balones en condiciones.
En el descanso, el técnico español dio entrada a Cañizares, Sergio Ramos, Luis García y Fernando Torres por Reina, Míchel Salgado, Reyes y Raúl, respectivamente, en tanto que Modric ocupó la plaza de Robert Kovac en el bando croata, con lo que Tudor bajó al centro de la defensa y modificó la disposición a 4-4-2.