Efe |PARÍS
La escudería francesa Renault se defendió de las acusaciones de espionaje a Mercedes McLaren, reconoció haber accedido a datos de su rival a través de un ingeniero tránsfuga pero negó que los utilizara en el diseño de su monoplaza.
La marca del rombo respondió así a la convocatoria por parte de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) para que explique este caso, anunciada la víspera, y señaló que actuará «con total transparencia» para «la resolución de este caso».
Renault confesó que el ingeniero Phil Mackereth aportó datos de McLaren y que estos fueron vistos por otros colegas, pero afirmó tajante que «en ningún caso fueron utilizados para inspirar la concepción del monoplaza de Renault».
Mackereth llegó a Renault en septiembre de 2006 procedente de la escudería anglo-germana y «trajo con él informaciones propiedad de McLaren», entre ellas «copias de diseños de ingeniería» de la marca rival y «ficheros técnicos», señaló la marca francesa en un comunicado. Sin el acuerdo de ninguno de los responsables de Renault, estos ficheros, almacenados en disquetes informáticos, fueron introducidos en los sistemas de la escudería francesa. En cuanto tuvo conocimiento de los hechos, Renault suspendió de sus funciones a Mackereth, informó a McLaren y a la FIA y abrió una investigación interna.
Esta permitió comprobar que el ingeniero había informado a varios de sus colegas de los datos que tenía de McLaren a través de diseños del interior del depósito de combustible, la caja de cambios, un compensador de masas y un sistema de amortiguación de suspensión, relató Renault. «Los ingenieros implicados afirmaron que, tras haber visto brevemente los diseños, ninguna de esas informaciones fue utilizada para inspirar la concepción del monoplaza de Renault», afirmó la marca francesa. Renault indica que el compensador de masas «carecía de interés» desde que fue prohibido por la FIA y recordó que el sistema de suspensión de McLaren fue objeto de una «aclaración». La marca francesa aseguró que ha colaborado con la anglo-germana y con la FIA en este caso «hasta el punto de invitar a un organismo independiente elegido por McLaren para inspeccionar sus sistemas informáticos, sus coches y sus informes de concepción para demostrar que se trataba de un incidente desafortunado sin ninguna influencia en el diseño de sus monoplazas».