Fernando FernándezPEKIN
España vuelve a parecerse al equipo que ilusiona, al grupo que aterrizó en Pekín sembrando el pánico, pero que casi se estrella ante un anfitrión incómodo. Los de Aíto pusieron en práctica su manual de vuelo habitual, añadiendo un nuevo recital de Ricky Rubio, el revulsivo cuando las cosas no van bien, y la aportación física de Garbajosa y de Mumbrú desde el perímetro. Así, y superado el bache del segundo cuarto (22-14), la NBA volvió a mostrar su versión más fiable para doblegar a una indolente Alemania y dejar sentenciada su clasificación para cuartos de final, asegurándose de paso uno de los dos primeros puestos de su grupo en un partido que empezó demasiado pronto para la selección, que jugaba a las nueve de la mañana (hora de Pekín), y a las 5:30 ya estaba en pie. Así las cosas, el primer lugar, se lo jugarán este sábado (16:15, hora española) ante el denominado Dream Team: Estados Unidos.
No salieron bien Rudy y los suyos. El mallorquín no tuvo su día (3 puntos, con 1 de 5 en triples), pero aportó su físico cuando el equipo lo requirió, pero el colapso parecía de nuevo evidente. Esta vez sí había tiempo para la reacción. Hamann hacía de Nowitzki y Alemania explotaba el recurso del triple hasta la extenuación, ante la falta de acierto española desde todas las posiciones y en todo tipo de lanzamientos.
Un triple de un viejo conocido en Inca, Jan Jagla (22-14) encendía las alarmas y Aíto optaba por poner en pista la infanteria. Rudy y Ricky volvían a coger la batuta y se apoyaban en un inspirado Mumbrú y en la fortaleza en el poste bajo de un infalible Pau Gasol. Si a eso se une que Calderón ejercía de Calderón, esta vez no podía repetirse el susto de China. La remontada la culminó el mallorquín volador y sobre la bocina. Rudu enchufaba un triple de los que duelen, estrenaba su casillero anotador -algo raro en él a esas alturas del partido- y España se iba al vestuario con un ligero margen de maniobra (36-39).
Con Ricky Rubio en plan estrella, anotando, recuperando asistiendo y poniendo orden, y Mumbrú en estado de gracia, Rudy y los suyos firmaron un 0-17 a caballo entre el segundo y el tercer cuartos que abrió una brecha insalvable (36-50). Dos triples de Garbajosa acabaron por rubricar de forma anticipada la victoria, aunque Alemania se resistió a morir tan pronto e intentó de todas formas buscar una solución a la defensa planteada por Aíto. Se acercaron los de Bauermann (56-65), pero un triple de Calderón disipó las dudas y desde entonces, el partido se convirtió en un mero trámite pendiente de que el crono se pusiera a cero.
Rudy y España ya tienen el diploma en el bolsillo. Ahora toca dejar claras las cosas ante Estados Unidos. Demostrar quién es el campeón del mundo, atar la primera plaza y seguir soñando con una medalla que parece cuestión de días.